Durante la tarde de este lunes, la presidenta Bachelet firmó la modificación de la normativa del tránsito con respecto al manejo en estado de ebriedad, iniciativa conocida como “Ley Emilia”. La nueva legislación fue aprobada por 74 votos a favor en la Cámara Baja, y fueron cerca de 20 los meses que estuvo en trámite.
En conversación con el programa Podría Ser Otra cosa, la ministra Secretaria General de la Presidencia, destacó la firma de esta modificación, destacando la iniciativa, que sanciona a quienes conduzcan bajo la influencia del alcohol con penas que van desde el presidio menor en su grado máximo (3 años y un día a 5 años), al presidio mayor en su grado mínimo, o sea, de 5 años y un día a 10 años de cárcel.
Rincón señaló que en caso de negarse a hacerse el alcotest, el chofer tendrá la misma sanción de que si hubiese matado o atropellado a alguien. “Eso se hace para que la gente no evite los controles ni se evite practicar el test de alcohol”, señaló, agregando que dicha medida “corre igual para los que están drogados”.
La nueva normativa, dijo, está orientada a crear un cambio cultural. “El mensaje es uno solo: si usted bebe no puede conducir”, agregó, indicando que los casos de muerte producto de conductores ebrios que se han conocido son durísimos.
“Detrás de los papás de Emilia hay muchos papás y mamás que han sufrido una pérdida, muy lamentables, en condiciones de vida que no se les desea a nadie”, acotó.
En tanto, la ministra comentó que en caso de atropellar a alguna persona, la obligación del conductor es detenerse y prestar ayuda, además de llamar a emergencias lo antes posible. “Pese a la ley de tolerancia cero que tuvo tanta discusión, igual se repiten los casos”, expresó.
Escucha a continuación la entrevista completa, realizada por Rodolfo Hahn: