El ejército paquistaní anunció este viernes que ha detenido a los insurgentes que intentaron matar a la estudiante paquistaní Malala Yousafzai en el noroeste del país en 2012.
Los talibanes dispararon en la cabeza a la joven militante, que logró recuperarse y prosiguió su lucha en defensa del derecho de las niñas a la educación, ganándose así un amplio reconocimiento internacional.
La detención de los 10 hombres fue posible gracias a una operación conjunta del ejército, la policía y los servicios de inteligencia en el marco de la ofensiva que las fuerzas armadas paquistaníes llevan a cabo contra los Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP) y otros grupos extremistas.
“El grupo que participó en el ataque a Malala Yousufzai ha sido detenido”, anunció el general Asim Bajwa en una rueda de prensa, e indicó que el equipo formaba parte del TTP y que el plan para asesinar a Malala procedía del actual líder del grupo, Maulana Fazlulá.
Tras sobrevivir al ataque, Malala fue trasladada al Reino Unido para recibir tratamiento, donde vive ahora con su familia.
Su recuperación y su defensa del derecho a la educación de las niñas le valieron el premio Sajarov de Derechos Humanos que concede el Parlamento Europeo, y su nominación al Premio Nobel de la Paz.
El discurso que ofreció ante la Asamblea General de Naciones Unidas en julio del año pasado, en el que aseguró que nunca será silenciada, fue recibido con una amplia ovación.
Malala ya se había dado a conocer en 2009, con solo 11 años, con un blog para el servicio en urdu de la BBC en el que contaba la vida bajo el gobierno de los talibanes en el valle de Swat, en el noroeste de Pakistán, donde vivía.