Dulio Nahuel Fernández tenía 3 años en 1996, vivía en la provincia argentina de Tucumán (norte) con su familia cuando desapareció, y 18 años más tarde, su madre Leonor Peralta, cree haberlo encontrado por la red social Facebook viviendo en Estados Unidos.
“Tenemos que esperar el informe del FBI, espero llegar al final de esto y sacarme las dudas”, declaró la mujer este jueves al canal Todo Noticias.
Desde Tucumán, 1.200 km al norte de Buenos Aires, contó que una prima suya recibió en noviembre del año pasado un mensaje privado por la red social, en el que una mujer de Estados Unidos le decía que sabía dónde estaba su hijo.
“El mensaje decía que sabía donde se encontraba Dulio y que trataba de localizarnos desde 2003 y no pudo”, dijo.
Romina Fernández, otra hija de Peralta se puso en contacto con el joven, de nombre David, pidiéndole amistad por facebook y entablaron una relación.
“El le cuenta que está en una banda de música, que toca la guitarra. Ella de sus proyectos, que es bailarina, profesora de danza. Pero no podemos decirle aún que sospechamos que puede ser Dulio”, contó la mujer.
El joven vive ahora en Estados Unidos con su supuesta madre y habría irregularidades en su documentación.
La prueba que hace suponer que ese joven sería Dulio, es un peritaje digital realizado a partir de una fotografía del niño con una progresión de envejecimiento que “dio un parecido de un 80%”, señaló.
El 1 de enero de 1996, la familia Fernández estaba disfrutando un día feriado con amigos en un balneario de Tucumán, y Dulio que tenía 3 años acompañó a su hermano mayor a comprar un helado.
El vendedor ambulante dijo que no tenía sencillo y mandó al niño mayor a buscar dinero, pero cuando regresó habían desaparecido el heladero y el pequeño Dulio, relató la madre.
En abril de ese año, le entregaron a Peralta restos de un menor, pero ella nunca creyó que fuera su hijo, lo que obligó a una prueba genética que dio negativo. Otra hipótesis, nunca comprobada, fue que el niño se hubiera ahogado aquella tarde en que se desató una tormenta en el balneario.
“Durante todos estos años varias veces recibimos llamadas donde nos decían que habían encontrado chicos parecidos con documentación irregular y luego las investigaciones daban resultado negativo, pero yo enseguida me daba cuenta que no era mi hijo. Con este joven es distinto tengo la sensación de que se trata de él”, confesó.