El diario más antiguo de Venezuela se sumará el lunes a la decena de periódicos que han salido de circulación en el último año debido a los retrasos en la entrega de divisas por parte del Estado para que el sector importe papel e insumos.
El periódico El Impulso (de Barquisimeto, oeste) anunció en su editorial publicada este miércoles que tendrá un “alto en la circulación”, luego de haberlo intentado todo para mantenerse en la calle desde 2012 cuando se encendieron las primeras alarmas sobre sus problemas para adquirir papel.
Ya redujo sus páginas, recibió papel en préstamo de periódicos colombianos y aún así, debió tomar la decisión, sólo días después de que el gobierno anunciara la creación de un nuevo periódico para el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Carlos Correa, presidente de Espacio Público, ONG defensora de la libertad de expresión, precisó a la AFP que de una centena de periódicos privados que circulan en Venezuela 60% ha reducido su paginación dada la falta de insumos, entre ellos los tradicionales El Nacional y El Universal.
En total, desde septiembre de 2013, la ONG calcula que debido a la falta de papel once diarios y una revista han dejado de imprimirse; 12 periódicos y una revista tienen problemas para circular y 18 diarios están en riesgo de cerrar.
En Venezuela, los 136 rotativos existentes dependen de las importaciones de papel e insumos y deben cumplir engorrosos trámites para acceder a los dólares otorgados por el gobierno, dado el control cambiario vigente desde 2003.
Pero, en un contexto de escasez de divisas, los retrasos en su entrega han desatado problemas puntuales de abastecimiento (incluso de medicinas y alimentos) y han generado miles de millones en deudas con empresas y proveedores extranjeros en sectores prioritarios.
Una consecuencia de esta crisis del papel es la aparición en internet de portales venezolanos de noticias e investigación.
En esas páginas web encontraron trabajo periodistas que salieron de medios tradicionales que en los últimos meses han cambiado su orientación editorial tras ser comprados por grupos que, según sectores opositores, estarían vinculados al gobierno.
Una mano
En distintas protestas, los trabajadores de la prensa venezolana han reclamado por la falta de papel y el riesgo de perder sus empleos.
Este miércoles, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa declaró en “emergencia” ante el “alto en la circulación” de El Impulso y por más de una treintena de diarios que han reducido sus páginas.
Las importaciones de papel rondan apenas los 140 millones de dólares al año (0,3% de las importaciones) y aunque para los analistas representa una cifra mínima, dudan que el problema esté en vías de solución.
En un intento por tender una mano, en abril los periódicos colombianos enviaron 52 toneladas de papel a Venezuela para que tres diarios, entre ellos El Impulso, pudieran seguir imprimiendo.
“Las horas más tristes”
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) aseguró este miércoles en un comunicado que la libertad de expresión en Venezuela vive sus “horas más tristes”.
La organización con sede en Miami (Estados Unidos) criticó la “bipolaridad” del estado venezolano al anunciar la creacion de nuevos medios oficiales mientras mantiene una “política opresiva en lo económico y legal con la intención de seguir cerrando medios privados e independientes”.
Desde Espacio Público, Correa considera que “limitar la posibilidad de importar papel periódico implica un intento de silenciar opiniones distintas a las oficiales”.
“Un país necesita medios de todas las tendencias políticas. Voz que desaparece, empobrece el espacio mediático”, opinó por su parte la socióloga Maryclen Stelling, directora del Observatorio Global de Medios.