Un equipo de investigadores científicos de Geisel School Of Medicine At Dartmouth Hitchcock Medical Center de Estados Unidos, descubrieron que un parásito que se encuentra en el excremento de los gatos, podría ayudar a la creación de una vacuna contra el cáncer.
El parásito que habita en los intestinos de animales de sangre caliente, tiene el nombre de Toxoplasma gondii y ha convencido a los científicos que podría tener propiedades anticancerígenas, según la revista Muy Interesante.
El protozoo tiene la capacidad de encender el sistema inmunológico de los humanos y detener el avance del cáncer. No obstante, se sabe que el parásito causa enfermedades como la toxoplasmosis y por esta razón, no se ha realizado aún pruebas directamente a pacientes que padecen ese tipo de patología.
Así fue como los investigadores decidieron realizar pruebas en ratones con un parásito denominado “cps”, con el objetivo de averiguar si la vacuna funcionaba efectivamente y así descartar la posibilidad de que se convierta en toxoplasmosis.
Uno de los autores del estudio, David J. Bzik, aseguró que “Los cánceres agresivos parecen rápidos descarrilamientos de trenes en movimiento. Cps es microscópico, pero súper fuerte, el héroe que atrapa los trenes descarrilados, detiene su progresión y les encoge hasta que desaparezcan. Las células de caballo de Troya que albergan cps serán devueltas al paciente como una vacuna contra el cáncer para generar las respuestas inmunes ideales necesarias para erradicar sus células cancerosas y también para proporcionar inmunidad de por vida contra cualquier repetición futura del cáncer”.