Los números son claros: el 58% de los empresarios y ejecutivos de empresas de la zona creen que empeorará la actividad económica durante los próximos seis meses, el 70% cree que empeorará el empleo y más de la mitad cree que el país seguirá la misma dirección.
Otros resultados demuestran la creencia de que el Turismo y la Construcción descenderán considerablemente su evolución, mientras se advierte la percepción de un incremento en el área Forestal.
Los principales problemas que detectaron los encuestados son la descentralización de las decisiones políticas y económicas, la productividad en retroceso y el pesimismo regional generalizado, que para el gerente general de Irade, Francisco Miguieles, se explica también por las reformas propuestas.
Las acciones propuestas son la descentralización, mejorar la infraestructura, y aumentar, apresurar y asegurar la inversión público-privada. La principal deficiencia de infraestructura está en el ámbito vial, con la Ruta 160, el acceso a Chiguayante y los puentes entre Concepción y San Pedro.
En las figuras más relevantes, según la percepción empresarial, la lista es encabezada por la opción “Nadie” con el 23,8%, seguido de cerca por el Intendente Rodrigo Díaz con el 20% y ya despegado, el Arzobispo de Concepción Fernando Chomalí, con el 9%.
En relación con los empresarios o ejecutivos más destacados, la opción “Nadie” logra el primer lugar con el 34,6%, secundado por el presidente de Aitué, Andrés Arriagada y el presidente de Masvida, Claudio Santander, con el 13,9 y 8,2% respectivamente.
La falta de liderazgos imperante en la zona, fue analizada por la directora de Irade, Patricia Palacios, como una manifestación de la denominada “fuerza centrífuga”.
Todos coincidieron en que este panorama es una oportunidad para que la Estrategia Regional de Desarrollo se posicione como el gran proyecto que la zona espera para el despegue económico, político y social.