Un sismo de 5,7 de magnitud sacudió el martes el volcán islandés de Bardarbunga, una sacudida que es la más potente desde que entró en actividad el 16 de agosto y demuestra que una erupción sigue siendo posible.
El Bardarbunga, inmenso volcán situado en lo más alto del gran glaciar del país, está considerado como lo suficiente peligroso para amenazar, si entra en erupción, el tráfico aéreo en el norte de Europa y en el Atlántico Norte, como lo hizo el Eyjafjallajökull en 2010.
Este sismo, registrado por el instituto meteorológico islandés, es el más violento en la región desde 1996.
El nivel de alerta para la aviación en Islandia sigue siendo “naranja” desde el domingo. El sábado se había elevado al nivel “rojo”, el máximo, porque los científicos sospechaban una erupción. Todos los aeropuertos del país se quedaron sin embargo abiertos.
La actividad sísmica sigue siendo intensa en la región. La tierra tembló más de 20 veces por hora el martes por la mañana.
La próxima evolución del volcán es imposible de predecir. Esta actividad puede durar semanas, detenerse o desembocar en una erupción, pequeña o grande.