Por años se nos ha enseñado que el desayuno es la comida más importante del día, esa que nos permitirá andar bien durante gran parte de la jornada -de trabajo o estudio-, sin embargo investigaciones recientes están echando abajo esa afirmación.
La última de ellas fue elaborada por la Universidad de Bath, en Inglaterra, que tomó como muestra a 33 personas -hombres y mujeres- con pesos normales, se les pidió ingerir 700 calorías antes de las 11 de la mañana, mientras que a otro grupo simplemente omitirlo.
A ellos se les sacaron muestras de tasa metabólica en reposo (RMR), colesterol e índice de glucosa en la sangre. La idea era saber si existían variaciones medibles significativas entre un grupo y otro, pero tras seis semanas, el resultado fue que no había grandes diferencias.
Según publica la prestigiosa revista Forbes en su versión electrónica, un descubriemiento relevante fue que quienes se saltaron el desayuno consumieron menos calorías en el día que los que sí comieron en la mañana. Una conclusión que viene a descartar la idea de que quienes no desayunan sufren “un rebote” en el día de consumir más alimentos.
Un “inconveniente”, según se explica, fue que quienes omitieron el desayuno quemaban calorías más lentamente que los que sí, aunque ello se compensaba con la cantidad de comida que el otro grupo degustaba en las mañanas.
En cuanto a los perfiles metabólicos, se observó que los niveles de azúcar en la sangre eran “ligeramente” más estables en los que desayunaban, versus los que no.
James Betts, autor del estudio, comentó a The New Times que su motivación para realizar la investigación era que él es uno de los tantos que se saltan el desayuno.
“Todo el mundo siempre me estaba diciendo que debiera saber (que el desayuno es importante)”, afirmó Betts, quien advirtió que aún es necesario hacer más indagaciones extensas. Aún así, adelantó que no va a cambiar su rutina alimentaria tras el estudio.
Por otro lado, Emily Dhurandhar, profesora asistente de comportamiento de la salud de la Universidad de Alabama en Birmingham, concluyó que pareciera ser que el desayuno es una más de las comidas del día y no la esencial como se cree.
“Ya no le daré más la lata a mi marido de tener que tomar el desayuno”, dijo la doctora Dhurandhar al The New York Times, aclarando eso sí que ella es una de las que come algo tras despertar.
Previamente un estudio concluyó que hay una 27% de probabilidad mayor de sufrir enfermedades coronarias en personas que no tomaban desayuno, sin embargo la investigación fue pequeña y desestimada, por lo que no era del todo creíble.
La recomendación que actualmente se da es que quienes toman desayuno, sigan haciéndolo, pero quienes no acostumbran, no se preocupen ya que todo indica que los efectos negativos no eran los que se afirmaban.
Asimismo se está a la espera de mayores investigaciones, que apenas se conozcan las daremos a conocer en BioBioChile. Mientras tanto te preguntamos, ¿eres de los que desayuna en las mañanas? ¿Notas alguna diferencia cuando no lo haces?