Islandia elevó a rojo el nivel de alerta y prohibió el tráfico aéreo sobre el mayor volcán del país tras detectar una pequeña erupción.
En 2010, la erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull había provocado el mayor cierre del espacio aéreo decretado en Europa en tiempos de paz, con más de 100.000 vuelos anulados en un mes y más de ocho millones de pasajeros bloqueados.
Esta vez, se trata del volcán Bardarbunga, cuya actividad ha sido intensa en los últimos días aunque sin erupción hasta ahora. Este volcán, de más de 2.000 metros de altura, se encuentra debajo del mayor glaciar islandés, el Vatnajökull.
“Hay una erupción debajo de la capa glaciar, probablemente pequeña, que aún no ha conseguido derretir el hielo” declaró un responsable del Servicio Meteorológico, Theodor Hervasson.
“Por ahora, la erupción se considera un acontecimiento menor”, indicó la dirección de la policía islandesa en un comunicado. No obstante, “se ignora si la erupción seguirá siendo subglaciar”, agregó.
Hacia las 15H00 GMT, no había modificaciones en la superficie de la zona de erupción, donde la capa de hielo tiene entre 150 y 400 metros de espesor, indicó la policía.
El lunes, los sismólogos habían registrado un sismo de magnitud 4,5 en la zona.
Como medida de precaución, cerca de 300 personas abandonaron la zona cercana al volcán desde el sábado 16 de agosto. En la región afectada no habita nadie durante el año, pero hay chozas y campings para los turistas y los cazadores. Las carreteras que llevan allí están cerradas.
Los científicos consideran que el Bardarbunga es suficientemente peligroso como para que, si entra en erupción, cause problemas en el tráfico aéreo en el norte de Europa y del Atlántico con la emisión de cenizas. También podría provocar importantes daños en Islandia, especialmente inundaciones por el derretimiento del hielo.
La administración de la aviación advirtió esta semana que si este volcán entra en erupción, no habrá más remedio que prohibir el tráfico aéreo.
“Si hay otra explosión importante como la del Eyjafjallajökull, no tendremos más remedio que interrumpir el tráfico en las zonas peligrosas. Es lo único que podemos hacer”, había puntualizado Fridthor Eydal, portavoz de esta administración.
En 2011, otro volcán islandés, el Grimsvötn, registró una violenta erupción, provocando una columna de cenizas de hasta 20 kilómetros de altura, perturbando el tráfico aéreo en Europa, pero menos de lo que se temía.
Islandia posee más de cien montañas volcánicas, algunas de las cuales se encuentran entre las más activas del mundo.