Después de medio siglo de conflicto armado en Colombia, militares y guerrilleros se integrarán este viernes a una comisión que preparará el cese del fuego y el desarme de la guerrilla, en un nuevo paso de las negociaciones de paz de La Habana.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares de Colombia, general Javier Flórez, será el principal representante del gobierno en esta nueva comisión, que explorará las vías para un cese del fuego “bilateral y definitivo” con las FARC, la mayor guerrilla de ese país.
El presidente Juan Manuel Santos calificó como un “paso histórico” la incorporación de militares en servicio activo al proceso de paz, iniciado en 2012, que busca acabar un conflicto que ha dejado 220.000 muertos y más de cinco millones de desplazados.
“La comisión de militares activos es del más alto nivel”, destacó el mandatario de centro-derecha, al anunciar la designación de Flórez el jueves.
“Lo están acompañando oficiales de todas las fuerzas, del Ejército, de la Armada, de la Fuerza Aérea y de la Policía”, agregó el mandatario, sin revelar sus nombres.
Dos uniformados retirados son “plenipotenciarios” del gobierno desde el inicio de las negociaciones de paz, el general Jorge Mora (Ejército) y Oscar Naranjo (Policía).
Acabó con dos jefes rebeldes
El general Flórez, de 57 años, quien ahora deberá trabajar codo a codo con líderes rebeldes, conoce muy bien a las FARC, pues fue durante seis años el jefe de la Fuerza “Omega” encargada de combatir a la guerrilla, a la que le asestó fuertes golpes al abatir a dos comandantes.
Bajo su mando se llevó a cabo en 2010 la operación en la que fue abatido el jefe militar de las FARC Jorge Briceño, “Mono Jojoy”; y participó en 2008 en el bombardeo en que murió el número dos de las FARC, Raúl Reyes, en un campamento en Ecuador, cerca de la frontera con Colombia.
Las FARC no han informado quién será su principal representante en esta comisión, cuya primera tarea será analizar experiencias internacionales sobre desarme y fijarse un “cronograma de trabajo”.
Un candidato es Fabián Ramírez, de 51 años, que era el segundo comandante del Frente Sur de las FARC hasta que se integró a los diálogos de La Habana en febrero, a quién Flórez intentó infructuosamente “dar de baja” (capturar o abatir, según la jerga militar colombiana).
Ramírez fue erróneamente dado por muerto en una operación militar en 2010 y Estados Unidos, que tilda a las FARC como organización terrorista que se financia con el narcotráfico, ofrece por su captura 2,5 millones de dólares, según el sitio web del Departamento de Estado.
Otros prominentes guerrilleros que podrían sumarse a la comisión, que tendrá “hasta 10 miembros de cada delegación”, son los comandantes Jairo Martínez (también del Frente Sur) y Fidel Rondón (del Frente Oriental).
Ambos se integraron al equipo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana junto con Ramírez.
La nueva comisión será conformada este viernes, en una sesión a la que asistirán diplomáticos de Cuba y Noruega, que son “garantes” del proceso de paz, y de Venezuela y Chile, que son “acompañantes”.
También una comisión de género
La comisión preparará propuestas para el desarme, el cuarto de los seis puntos de la agenda de paz, que será abordado por los “plenipotenciarios” una vez que concluya la discusión sobre la reparación a las víctimas del conflicto, iniciada hace 10 días.
“Estamos indiscutiblemente más cerca del fin del conflicto”, dijo a la AFP el politólogo Carlos Medina, del centro de seguimiento al proceso de paz de la Universidad Nacional de Colombia.
Las partes ya consensuaron los tres primeros puntos de la agenda: reforma rural, participación política de las FARC y drogas ilícitas.
El otro tema pendiente es el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz.
El jueves quedó constituida otra comisión técnica, que preparará un informe sobre la historia del conflicto, conformada por 13 académicos colombianos y uno francés.
Próximamente será creada una comisión de género, otro paso encaminado a acabar un conflicto armado en el que más de 5.000 mujeres han sido víctimas de violencia sexual desde 1985, según dijo el jueves el presidente Santos.