Este jueves la familia de Gerardo Joannon, sacerdote acusado por adopciones irregulares, envió una carta al diario El Mercurio en la que acusa a la Iglesia Católica de “herir de manera cruel e injusta la honra del sacerdote”.
Tras conocerse el documento en que la Congregación de los Sagrados Corazones (SS.CC.) admite, según su investigación, la participación del cura Joannon en “adopciones irregulares”, la familia dejó el silencio acostumbrado y se decidió a enviar una carta al matutino.
En seis puntos intentan describir su malestar con la Iglesia, y el “desproporcionado despliegue mediático” que ha obtenido el caso.
Además, aseguran que “nos duele como cristianos que acusaciones tan graves y tajantes, pasen por alto la exigencia de que toda investigación canónica preliminar sea siempre conducida con cautela, discreción y evitando exponer prematuramente la honra del investigado”.
Asimismo, insisten en “el desproporcionado despliegue mediático empleado para exponer al padre Gerardo ante la opinión pública, por imputaciones que exceden a los cargos por las adopciones irregulares”.
La familia considera que se estigmatiza a uno de los suyos como responsable de “graves faltas, sin haber tenido la posibilidad de conocer los cargos, las autorías de quienes los sustentan y de plantear la defensa a que tiene derecho como persona y sacerdote, miembro de esta Congregación por más de 50 años”.
Uno de los puntos más fuertes tratados en la misiva, es la crítica que se le realiza a la Iglesia Católica, considerando que tras los constantes ataques que ha recibido por no saber manejar los casos de judiciales en los que se ve envuelta, aparecen “ahora mostrando el extremo celo y rigor, que se le reclama no haber tenido antaño, frente a situaciones que, si bien bastante diferentes a las que motivan dichos reproches, afectan a uno de los suyos”.
Por lo anterior es que consideran que “lo lamentable es que para ello, haya debido herir de manera cruel e injusta la honra de un sacerdote y la de otras personas”.
La familia termina la carta con el deseo de reiterar que su único interés, como familia y amigos del sacerdote, es que se esclarezca la verdad de lo ocurrido.
El sacerdote Gerardo Joannon se encuentra con arraigo nacional, según determinó el juez que lleva la causa un día después de conocerse el documento de la Congregación de los Sagrados Corazones, el cual aconsejaba la “reflexión” en España para quien es investigado por casos de “adopciones irregulares”.