Una nueva tregua de 24 horas en Gaza se rompió este martes con el lanzamientos de cohetes palestinos y bombardeos israelíes en réplica, que provocaron la huida de miles de gazatíes en la frontera con Israel.
El gobierno israelí reaccionó ordenando el retorno de sus emisarios que negociaban con una delegación palestina en El Cairo, con mediación egipcia, una prolongación del alto el fuego en la Franja de Gaza, que termina en la medianoche de este martes, indicó un responsable israelí a la AFP.
Estos disparos llegan tras nueve días de relativa calma en la Franja de Gaza.
Se desconoce si se trata de un arrebato temporal o del preludio de una vuelta a los combates que ya dejaron 2.016 palestinos muertos, en su mayoría civiles, y 64 soldados y tres civiles fallecidos en Israel desde el 8 de julio.
Tres cohetes disparados desde la Franja de Gaza alcanzaron el sur de Israel en la tarde del martes, en zonas no habitadas cerca de Beersheva, a unos 40 km de la Franja de Gaza, controlada por Hamas, indicó el ejército israelí.
El primer ministro Benjamin Netanyahu ordenó al ejército israelí responder y “atacar a los objetivos terroristas en Gaza”, dijo un responsable.
Israel lanzó cuatro ataques aéreos en los alrededores de Beit Lahiya, en el norte del enclave palestino, según testigos y las fuerzas de seguridad palestinas.
Por el momento no se habían registrado víctimas en ninguna de las partes.
El portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri, rechazó la autoría del grupo islamista y acusó a Israel de intentar sabotear las negociaciones.
“No tenemos ninguna información sobre el lanzamiento de cohetes desde Gaza. Los ataques israelíes pretenden sabotear las negociaciones en El Cairo”, dijo a la AFP.
Miles de palestinos huían del este de la Ciudad de Gaza ante el temor de que los ataques israelíes sobre la Franja comenzaran de nuevo, informaron testigos.
Un periodista de la AFP vio a cientos de gazatíes con bolsas y maletas abandonando el barrio periférico de Shejaiya, al este de la Ciudad de Gaza, para buscar refugio en las escuelas de la ONU transformadas en refugios.
- Posiciones incompatibles -
En lunes por la noche, la delegación israelí y la palestina, compuesta por Hamas, la Yihad Islámica y la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abas, habían acordado in extremis una prolongación de 24 horas de la tregua en vigor.
Las armas comenzaron a rugir cuando nada indicaba que las discusiones pudieran conducir a un acuerdo entre las dos partes, que ponen condiciones a primera vista tan incompatibles como la desmilitarización del enclave o el levantamiento del bloqueo de la Franja.
Una propuesta egipcia preconizaba un acuerdo en puntos menos sensibles, como la ampliación de la zona de pesca de los gazatíes, una mayor apertura de las fronteras entre Israel y Gaza o la implicación de Israel en la ayuda humanitaria a los palestinos.
La clave del acuerdo reside en que la gestión de la seguridad y las futuras discusiones sea confiada a la Autoridad Palestina, tras la que Hamas quedaría eclipsado.
Los históricos rivales de Hamas y la Organización para la Liberación de Palestina formaron recientemente un gobierno de unidad.
Al cabo de un mes, “tras la vuelta a la calma y a la estabilidad”, las negociaciones se reanudarían con asuntos tan delicados como la apertura de un puerto y un aeropuerto en la Franja, o la restitución de los cuerpos de dos soldados israelíes a cambio de la liberación de presos palestinos.
Una fuente palestina dijo a la AFP que “las negociaciones fracasaron el lunes por la noche porque los israelíes rechazaron incluir el puerto y el aeropuerto en el acuerdo”.
“Los egipcios añadieron entonces una clausula que prevé posponer las discusiones sobre esta cuestión”, añadió.
El portavoz de Hamas Abu Zuhri acusó a Israel de retrasar el proceso y aseguró a la AFP que “Hamas está preparado para enfrentarse a todas las posibilidades”.
Daud Shihab, portavoz de la Yihad Islámica, advirtió por su parte que “la intransigencia israelí fuerza a los palestinos y a la ‘resistencia’ a hacer valer su derecho a defenderse”.