Al menos tres indígenas, que se oponen a la construcción de una hidroeléctrica en el norte de Guatemala, murieron durante enfrentamientos con policías el viernes, según un nuevo balance dado el sábado por la ONG Observatorio de los Pueblos Indígenas.
Por su parte, el gobierno aseguró que ocho policías fueron rescatados este sábado tras permanecer retenidos durante 20 horas por los manifestantes en los alrededores de la comunidad de Monte Olivo, en Cobán, unos 300 km al norte de la capital guatemalteca.
El ministro de Gobernación (Interior), Mauricio López, dijo que los policías lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes y rescatar a sus compañeros. López no entregó cifras de víctimas.
La noche del viernes el vocero de la Policía, Pablo Castillo, había dado un saldo de dos fallecidos aunque señalando que las muertes se habían producido por enfrentamientos entre indígenas opositores y afines a la construcción de la hidroeléctrica.
No obstante, el Observatorio de Pueblos Indígenas señaló que se trató de incidentes entre policías y los pobladores, que protestaban airadamente por el desalojo de la comunidad y la captura de 22 dirigentes.
El Observatorio responsabilizó “al Presidente de la República Otto Pérez y a la empresa Hidro Santa Rita, por las violaciones a los derechos humanos del Pueblo Maya Q’eqchi’” y en particular de los habitantes de Monte Olivo.
Previo a los disturbios del viernes, la organización indígena maya Ut’z Che’ denunció la desaparición de cinco opositores de Monte Olivo tras un desalojo de la policía el martes.
El desalojo se produjo dos semanas después de que el presidente Pérez y 15 comunidades de Cobán firmaran un acuerdo para construir la obra.
Pero ese acuerdo es rechazado por organizaciones indígenas que apoyan a la comunidad de Monte Olivo y que aseguran haber sido víctimas de ataques por su resistencia.
El 27 de agosto de 2013 dos niños de la comunidad fueron asesinados y los pobladores capturaron al presunto asesino, quien dijo que fue contratado por la empresa para matar a un líder de la oposición, pero ejecutó a los menores.
Ambientalistas, campesinos e indígenas mantienen una férrea oposición a la construcción de megaproyectos como hidroeléctricas y explotación de minerales en Guatemala por considerarla una amenaza a los recursos naturales.