El inesperado error que Steve Gerrard cometió en el crucial partido de la temporada inglesa pasada frente al Chelsea, que sepultó toda esperanza de título del Liverpool, y la eliminación en la fase de grupos de la Copa del Mundo de Brasil fueron suficiente para que el emblemático volante inglés de 34 años situara esta etapa de su vida como la más negra en su carrera como futbolista.
El jugador asumió que recién está recomponiéndose de los magros frutos que le propinó la primera parte del año. Gerrard es el capitán del Liverpool como también lo fue de Inglaterra durante el Mundial de Brasil, selección que ya anunció no defenderá más, por lo que los fracasos pareciesen ser embates doblemente más fuertes para él que para sus compañeros: “Son probablemente los peores tres meses de mi vida”, confesó, según consigna El Mundo.
Con el Livepool luchó hasta el final durante la temporada 2013-14 y fue en el instante donde menos tenían que aparecer los ‘fantasmas’ donde cometió un error garrafal frente al Chelsea de Mourinho, cuando resbaló al ir a buscar un balón que Demba Ba interceptó y aprovechó la ocasión en gol, situación que permitió ‘limpiarle el camino’ al Manchester City de Pellegrini, campeón a la postre.
Pese a que una falla la comete cualquiera, Steve Gerrard reconoce que fue en la peor circunstancia en que pudo suceder: “Cada persona en el planeta se resbala en algún momento de su vida, ya sea en la escalera, en el suelo o lo que sea. Para mí, sucedió en el campo en un muy mal momento” .
Por otro lado, el volante, que fue al Mundial “con la esperanza de que le iba a ir bien”, tuvo otra gran caída con el brazalete de capitán ajustado al brazo. Inglaterra fue una decepción en la Copa del Mundo luego de quedar último en el grupo D tras Costa Rica, Uruguay e Italia, obteniendo sólo un empate, haber marcado sólo un gol y ser, a la larga, la peor selección de la UEFA que clasificó a Brasil 2014.
Pese a todo, el fútbol da revanchas y Gerrard es un hombre que espera volver a sonreir con su emblemático club esta temporada: “Cuando algo así sucede, hay que tratar de enfrentarlo. Soy lo suficientemente hombre como para levantar la barbilla y aceptarlo”.