Los misteriosos pangolines, mamíferos cuyo cuerpo está recubierto de escamas y que viven en algunas regiones de África y en el sudeste de Asia, están en vías de extinción, sobre todo porque su carne es muy apreciada en el segundo de estos continentes, según la CITES.
En un comunicado dado a conocer el lunes, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora salvajes en Peligro de Extinción (CITES) dio la voz de alarma.
Este animal, que para muchos parece un alcaucil o alcachofa con patas y cola, es el único mamífero del mundo recubierto de escamas. Éstas le sirven como una armadura contra los predadores naturales pero no contra los cazadores furtivos.
Según el grupo especializado en el pangolín creado en Londres por la Sociedad de Zoología, éste actualmente es la mayor víctima del comercio ilegal de mamíferos en todo el mundo, y se calcula que en los últimos diez años más de un millón de ejemplares han sido capturados y sacados de su hábitat.
A pesar de que existe una prohibición para el comercio de pangolines salvajes en Asia, la caza furtiva y el tráfico ilegal de éstos es floreciente.
Los consumidores son capaces de pagar pequeñas fortunas por la carne de pangolín, que se sirve como una exquisitez en los grandes banquetes en Asia.
En la medicina tradicional china, las escamas de pangolín son consideradas eficaces para el tratamiento de enfermedades tan dispares como la psoriasis y la mala circulación sanguínea.
Absolutamente “todas las ocho (sub)especies de pangolines existentes en el mundo se encuentran en peligro de extinción, a causa en particular de su comercio ilegal en China y Vietnam”, declara el profesor Jonathan Baillie, copresidente del grupo especializado en estos mamíferos, y director de los programas de conservación de la Sociedad de Zoología de Londres.
“En el siglo XXI, realmente ya no deberíamos comer especies en vías de extinción”, considera este especialista.
Su grupo lanza este martes un programa de acción para la conservación de la especie, para poner fin al negocio ilegal y asegurar el futuro de los pangolines en África y Asia.
Para Dan Challender, su copresidente en el grupo de especialistas, “es necesario que los gobiernos chino y vietnamita comiencen por realizar de urgencia un inventario de sus respectivas poblaciones de pangolines y den a conocer las cifras” para impedir el comercio ilegal de éstos.
El pangolín pesa entre 2 y 35 kilogramos y mide entre 30 y 80 centímetros El que alcanza ese peso máximo es el gigante, que mide aproximadamente 1,5 metros.
La mayoría tiene hábitos nocturnos y se alimenta esencialmente de insectos.
El nombre pangolín proviene del malasio vocablo ‘pangguling’ y significa “algo que se enrolla”, que es la posición que adopta este animal para defenderse cuando se siente amenazado, protegiéndose con sus escamas.