Con profundidades entre los 60 y 100 metros, dos nuevos agujeros gigantes se suman al primero encontrado hace unos días en la península de Yamal en Siberia. Las numerosas teorías que intentan revelar el origen de estos hoyos, confunden a los científicos sin poder llegar a un acuerdo.
En el llamado “fin del mundo” fueron hallados los enormes huecos. Uno de ellos, con un diámetro de unos 15 metros, fue encontrado a cientos de kilómetros del primero, cerca de una enorme planta de extracción de gas en Bovanenkovo.
Al este de Yamal, se encontró el tercer cráter, indicó el diario local Siberian Times. Con cuatro metros de diámetro y una profundidad que podría alcanzar los 100 metros, el hoyo fue descubierto accidentalmente por un grupo de pastores, quienes quedaron desconcertados con su forma de cono perfecta.
Incluso uno de los pastores, que casi cayó en el agujero, se tomó una fotografía junto al hallazgo, la que fue enviada a científicos del Club de Exploradores de Norilsk Taimyr para ser examinada.
Las teorías del origen de estos agujeros van desde meteoritos, misiles extraviados, una broma hecha por el hombre, hasta una explosión de gas metano.
Por ejemplo, el científico Andrei Plekhanovle señaló que las altas temperaturas registradas en el lugar habrían provocado que la capa conocida como permafrost -la que está congelada todo el año- se derritiera.
En tanto, otros estudiosos postulan que no sería extraño que el agujero fuese producto de una explosión de gas, puesto que la zona en donde se encuentra está a pocos kilómetros del campo de gas de Bovanenkovo.
La directora científica del Instituto de la Tierra de la Criosfera, Marina Leibman, señaló que los científicos tienen mucho “que estudiar de todas estas formaciones” antes de entregar una conclusión, pues “cada agujero proporciona información adicional”.
Lo cierto es que los expertos – geólogos, ecologistas e historiadores – no han podido llegar a un consenso sobre el origen de los hoyos, pues no parece algo hecho por el hombre, ni tampoco se parece a la formación natural, según han manifestado.