El químico farmacéutico de la Asistencia Jurídica Tecnilex, Raúl Soto y el cirujano plástico de la Clínica Alemana y miembro de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica y Reconstructiva, doctor Alejandro Swett, coincidieron que las distintas toxinas botulínicas “no son equivalentes”.
Explicaron que hoy día existen diferentes toxinas botulínicas en el mercado, las cuales muchas veces por desinformación tanto de pacientes como de médicos, se considera que todas son lo mismo. Esto es un error, ya que según las entidades sanitarias vigentes, ninguna toxina botulínica es igual a otra, expreso Raúl Soto.
Tanto es así -agregó- que el Instituto de Salud Pública (ISP) recientemente liberó una nota de farmacovigilancia orientada a advertir, instruir e informar a los Servicios de Salud en el país, respecto a la importancia de considerar que no todas las toxinas botulínicas son lo mismo.
Raúl Soto dijo que, por ejemplo, el Botox, es un producto que se ha utilizado por décadas en países de alta vigilancia sanitaria donde desde hace años se llevan a cabo exigentes y obligados programas de farmacovigilancia (reportes de reacciones adversas, problemas, etétera).
“La farmacovigilancia como un proceso obligatorio para los laboratorios y en muchos países simplemente no existe. El perfil de riesgo en el uso de Botox es muy conocido lo que lo hace un producto seguro para su uso”, explicó.
A tomar en cuenta
Según indicó el doctor Pedro Vidal García-Huidobro, Cirujano Plástico y Reconstructivo Certificado y Acreditado, en un artículo del portal Cirugiaplastica.cl, el “Botox se inyecta con jeringas delgadas y no requiere anestesia alguna”.
“Se realiza de manera ambulatoria con alta inmediata, el efecto se empieza a notar a las 24 horas y continuar mejorando por al menos 5 días. Luego de la aplicación puede volver inmediatamente a su actividad normal. El efecto puede durar en promedio 4 meses, pero puede variar desde 3 a 8 meses”, afirmó, añadiendo que “luego de la inyección no debe recostarse al menos por 4 horas y debe evitar ejercicio extenuante. El resto de las actividades pueden ser normales”.
Sin embargo, pese a que es un procedimiento simple, siempre debe ser aplicado por un médico experimentado, para no correr riesgos.
Como consejo, Vidal insiste en no permitir que quien realice el tratamiento sea personal no médico.
Por otro lado, señala que “si el efecto del Botox inyectado es insuficiente, espere al menos unos cuatro días antes de volver a recibir otra inyección. Dado que la inyección puede producir equimosis pequeños (moretones), evite recibir este tratamiento antes de algún evento importante”.