Los últimos años han estado marcado por movilizaciones estudiantiles donde los alumnos no sólo claman por más condiciones de acceso y gratuidad, sino también por mejoras en la calidad de la educación.
Pero, ¿realmente hay interés por la calidad?
Muchas voces críticas, sobre todo al interior de los planteles estudiantiles, advierten que los estudiantes no están interesados en mejorar su aprendizaje, sino en facilitarlo. Una opinión que parece resumirse en una carta abierta publicada por un anónimo docente de la Universidad de La Serena, compartida este martes en la página de Facebook de Universitario Informado.
Su misiva se viralizó rápidamente entre la comunidad universitaria, con más de 800 compartidos y 1600 “Me Gusta”.
Hoy, cuando parte importante de mis alumnos no asiste a clases, y no precisamente para emplear el tiempo en la lectura de obras filosóficas, les pregunto por el motivo de su inasistencia, sobre todo si ya no doy clases lectivas y lo que hacemos cada semana es aclarar y discutir unas páginas que deben ser leídas antes de cada sesión.
Sólo dos o tres responden que se encuentran trabajando, mientras la mayoría permanece en silencio.
No van simplemente porque no han leído lo que debían, prefiriendo acumular la materia para engullirla de una sola vez antes de una prueba o examen final.
Esa circunstancia, unida a otras -peticiones de asistencia libre, de rendición de pruebas no en las fechas previamente fijadas sino en las que a cada uno de ellos les venga mejor, de eliminación de parte de la materia con ocasión del examen y de rebaja en la nota de presentación a éste- me han terminado por convencer de que la mayoría de nuestros estudiantes no espera calidad en la educación, sino facilidad, y que con esta última se está produciendo hace ya tiempo una mal disimulada complicidad de parte de profesores y directivos universitarios, un fenómeno que un educador argentino describe como “conspiración contra la dificultad”.
Yo, que me encuentro ya a las puertas del retiro, dejaría un solo ruego a los jóvenes y aun a mi propios colegas: en la universidad hay que reponer, a todo nivel, una cultura del esfuerzo individual.