La alcaldía de Nueva York y organizaciones civiles anunciaron el miércoles la puesta en marcha de un trabajo coordinado para responder la llegada al estado de miles de niños inmigrantes procedentes de América Central, en plena crisis humanitaria por esta problemática.
“Con un flujo de estos menores entrando en nuestra área, hemos formado un grupo de tareas para coordinar una respuesta entre las diferentes agencias ante la situación”, indicó la comisionada para Asuntos de Inmigración de la ciudad de Nueva York, Nisha Agarwal, en una conferencia de prensa en Manhattan.
Unos 57.000 menores sin compañía de adultos, la mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala, fueron interceptados desde octubre pasado en suelo estadounidense tras emigrar clandestinamente en busca de sus familiares o huyendo de la violencia en sus países.
Según la organización no gubernamental Coalición de Nueva York para la Inmigración, “cerca de 3.300 niños inmigrantes ya han llegado al Estado de Nueva York, mientras se espera que otros 7.000 menores arriben al estado en los meses venideros”.
Ante esta situación, la oficina del alcalde Bill de Blasio (demócrata) y socios de la sociedad civil buscan coordinar el esfuerzo en materia de servicios, infraestructura y apoyo para estos niños, con el objetivo de presentarse como ejemplo para el resto de Estados Unidos.
“Nueva York tiene una tradición de ser un estado que da la bienvenida a inmigrantes. Más aún, se trata de niños. No están viniendo porque piensan que van a conseguir un permiso de residencia. Están huyendo de la violencia y la muerte”, señaló el director ejecutivo de la Coalición, Steven Choi.
“Nueva York será un jugador fundamental en esta situación. Necesitamos mostrarle al resto de la Nación que podemos hacer esto”, agregó.
Asistencia legal y médica, escolarización
Entre las necesidades inmediatas se encuentran las de ofrecer asistencia legal, servicios médicos, inscripción en escuelas públicas de la ciudad, además, por supuesto, del control y visita de los centros donde se encuentran detenidos.
De acuerdo con Mario Russell, director de servicios para refugiados e inmigrantes de Catholic Charities, “se estima que alrededor de un 60% de estos menores reúnen los requisitos para gozar de asilo o algún tipo de protección” del parte del gobierno de Estados Unidos.
“Estos son nuestros niños. No tienen más opción que venir aquí. Tenemos el deber de servirlos”, añadió de su lado Claire Sylvan, directora ejecutiva de la red de escuelas públicas internacionales.
Sylvan precisó que “los menores no acompañados conforman hasta el 10% de la población estudiantil” de muchos establecimientos con los que trabaja su organización en Nueva York.
Hasta el momento, es el estado sureño de Texas el que ha recibido a la mayoría de los menores.
Las autoridades de ese estado se vieron desbordadas en junio ante el repunte de llegadas, que saturaron los centros de detención y obligaron el traslado de centenares de indocumentados a otras dependencias en el país.
El gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, anunció el lunes un refuerzo militar de 1.000 soldados en la frontera con México.
La decisión de Texas se produjo poco antes de que el presidente estadounidense Barack Obama reciba el viernes por primera vez a sus homólogos de Guatemala, El Salvador y Honduras en la Casa Blanca para buscar posibles soluciones a la crisis humanitaria.