La presidenta Michelle Bachelet llegó este miércoles hasta el Palacio Itamaraty, en Brasilia, para participar de la VI Cumbre Brics, donde fue recibida por su par de Brasil, Dilma Rousseff.
La jefa de Estado fue parte de la fotografía oficial de la Cumbre, junto a los presidentes de las naciones que integrarán la reunión de trabajo en el país sudamericano.
Los mandatarios que participan del encuentro son Dilma Rousseff, de Brasil; Vladímir Putin, de Rusia; Pranab Mukherjee, de India; Xi Jinping, de China; Jacob Zuma, de Sudáfrica; Juan Manuel Santos, de Colombia, y Cristina Fernández, de Argentina.
También, asisten Horacio Cartes, de Paraguay; José Mujica, de Uruguay; Nicolás Maduro, de Venezuela; Evo Morales, de Bolivia; Ollanta Humala, de Perú; Dési Bouterse, de Surinam; Rafael Correa, de Ecuador; y Donald Ramotar, de Guyana.
Pese a que durante la transmisión oficial no se registró un cruce de palabras entre Bachelet y Morales, a propósito de la impugnacion de nuestro país a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por la demanda marítima boliviana, el encuentro entre ambos mandatarios se concretó poco más tarde.
Tras esta instancia, el presidente boliviano declinó referirse a las objeciones preliminares interpuestas por nuestro país en el tribunal internacional, pese a la insistencia de la prensa.
En tanto, en uno de los pasillos del recinto, el presidente ruso Vladimir Putin protagonizó un breve saludo protocolar con la mandataria chilena pese a los intentos de la Cancillería chilena por concretar una reunión bilateral con el líder ruso, el que sin embargo accedió a reunirse con su homólogo de Bolivia, Evo Morales.
No obstante, la mandataria chilena se reunirá con el presidente chino Xi Jinping, en una reunión agendada para eso de las 16:30 horas de Chile.
Cabe consignar que la cumbre se ha desarrollado bajo estrictas medidas de seguridad y a puertas cerradas, sin transmisión pública por televisión como se había adelantado en un principio, tal como se realiza en otros foros internacionales.
Esta cita es seguida con cierta preocupación por el Gobierno norteamericano, ante el acercamiento de China y Rusia a los países del denominado “patio trasero” de Estados Unidos.