Los fans de Michael Jackson acudirán este miércoles con flores a la tumba de su ídolo para conmemorar el quinto aniversario de su muerte, marcado por el inmejorable estado de las finanzas del “Rey del Pop”, que no dejan de florecer.
El cantante luchaba por evitar la quiebra cuando murió el 25 de junio de 2009, cuando se encontraba inmerso en los ensayos de una gira que le ayudarían a mejorar su deteriorada economía.
Pero después de cinco años, la empresa Michael Jackson Estate -que administra los bienes del fallecido cantante en nombre de su madre y de sus tres hijos- ha logrado más de 700 millones de dólares en ingresos, según un nuevo libro sobre el imperio del artista publicado recientemente.
“Michael Jackson está haciendo más dinero ahora, cinco años después de su muerte, que al inicio de su carrera”, cuenta a la AFP Zach Greenburg, autor de “Michael Jackson Inc.”.
Deudas y juicios
Sus finanzas se sanearon y sus seguidores incondicionales lo siguen idolatrando, pero este lustro ha sido un calvario para la familia Jackson, que ha tenido que superar la pérdida del artista y ha llevado adelante dos juicios por su repentina muerte.
El primero fue el proceso penal contra el médico Conrad Murray, quien administró una dosis letal de propofol a Jackson como parte del tratamiento por el insomnio que sufría el artista.
Murray fue condenado en 2011 a cuatro años de cárcel por homicidio involuntario, pero salió en octubre del año pasado después de que su pena fuera reducida por buena conducta.
En 2013 llegó el juicio civil que la matriarca del clan Jackson, Katherine, emprendió contra la promotora AEG Live -con quien Jackson daría una gira por todo el mundo-, a la que acusó de negligencia por contratar los servicios de Murray.
La justicia declaró al médico competente y exoneró a la promotora de toda responsabilidad.
Tras la muerte, los albaceas del cantante, John Branca y John McClain, pusieron manos a la obra para que la empresa volviera a generar ingresos y superara las enormes deudas que Jackson había acumulado durante los últimos cinco años de su vida.
En la cima de su carrera, el “Rey del Pop” ganaba unos 100 millones de dólares al año gracias a discos como “Thriller”, editado en 1982.
Además, en 1985 se hizo con los derechos de las canciones de los Beatles, una inversión que actualmente está valorada en 1.000 millones de dólares.
Pero las acusaciones de pedofilia que tuvo que afrontar pusieron punto final a una época dorada. Jackson se fue a vivir una temporada a Bahréin y por poco no se desprendió de su adorado rancho “Neverland”.
En sus últimos años de vida, sus gastos no pararon de aumentar al igual que sus créditos, necesarios para pagar deudas que alcanzaron los 500 millones de dólares. Su precario estado financiero le empujó a realizar una gira en 2009.
De nuevo en los escenarios
Poco después de su muerte, una de las primeras iniciativas de la empresa Michael Jackson Estate fue lanzar “This is it”, una película que recopilaba imágenes de los últimos ensayos de la gira y que recaudó unos 200 millones de dólares en todo el mundo.
Por otro lado, Sony y sus abogados firmaron un acuerdo de 200 millones de dólares, según The Wall Street Journal, para sacar siete discos en diez años.
También se alcanzaron varios pactos con el Cirque du Soleil para realizar el espectáculo “Michael Jackson The Immortal World Tour” y otro permanente, “Michael Jackson One”, en el hotel-casino Mandalay Bay de Las Vegas.
Jackson volvió a los escenarios el mes pasado en forma de holograma durante la entrega de los premios Billboard precisamente en Las Vegas. Cantó “Slave to the Rythm”, una canción grabada en 1991 y que pertenece al álbum “Xscape”, editado en mayo pasado.
Para Greenburg, los ingresos que logra el cantante desde el más allá no tienen precedentes. “Si se miran los números, se han superado los 700 millones de dólares en cinco años. En este tiempo, ningún artista vivo se ha podido acercar” a estos ingresos, cuenta a la AFP.
“Al margen de dónde descanse el espíritu del ‘Rey del Pop’, una cosa es clara: (la empresa) Michael Jackson Inc. está viva y sana”, concluye el autor en su libro.