Una cumbre del G77 que reúne a países en desarrollo y China se inaugura este sábado en Santa Cruz (este de Bolivia), marcada por la creación de un “nuevo orden mundial” más equilibrado y la búsqueda de mayor cooperación sur-sur.
La cumbre será inaugurada a última hora del sábado por el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, y el presidente de Bolivia, Evo Morales, en ocasión de los 50 años del nacimiento de este bloque de 133 naciones en desarrollo iniciado en 1964 con 77 países.
Casi dos tercios de las naciones del mundo acuden a la cita, que culmina el domingo con la emisión de un documento que se espera siente un primer borrador de una agenda post Objetivos de Desarrollo del Milenio.
“Venimos con expectativa a esta cumbre que permite oír la voz de los pueblos del sur, su lucha por un desarrollo económico sostenible y justo, y por un nuevo orden económico mundial”, dijo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, al llegar a Santa Cruz.
Maduro y sus pares Evo Morales, Raúl Castro (Cuba) y Rafael Correa (Ecuador), entre otros representantes de gobierno, participaron junto al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, de un encuentro masivo con movimientos sociales en un estadio de Santa Cruz.
Un pronunciamiento de la cumbre, que ya fue consensuado en reuniones previas en la ONU, referirá el domingo a los nuevos compromisos en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, el desarrollo con protección del medio ambiente, la soberanía de los recursos naturales, la defensa de un comercio justo y la transferencia de tecnología, entre otros aspectos, según adelantó el gobierno boliviano, este año en la presidencia pro témpore del G-77.
Se aguarda asimismo que la cumbre llame a la construcción de un nuevo orden, que refleje el surgimiento de las nuevas potencias mundiales, con mayor equilibrio y menos desigualdades sociales.
Cuando acordaron los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2000, las naciones de la ONU se fijaron metas como reducir a la mitad el número de personas que viven en la extrema pobreza antes de finales de 2015. Según la organización internacional, su consecución está aún lejos.
Otras metas incluyeron garantizar el acceso a la educación primaria, igualdad para mujeres y niñas, reducir la mortalidad infantil y maternal, enfermedades como el sida y la malaria, y facilitar el acceso al agua potable.