Tras la abdicación de Juan Carlos I, España se alista para recibir un nuevo monarca, en un ambiente de asfixia por la crisis económica, donde crecen las tensiones con independentistas catalanes y vascos y cuya ciudadanía, indignada por escándalos de corrupción, pierde confianza en las instituciones, al tiempo que aumentan los partidarios de un retorno a la república.
Ante este escenario, surge un cuestionamiento decidor en la fustigada imagen de la realeza: ¿Cuánto dinero gana el Rey de España? El año 2011, la Casa del Rey dio a conocer públicamente los montos que se embolsa Juan Carlos I y su sucesor en el trono, cifras que se mantendrían congeladas desde entonces.
El rey obtiene 194.043 dólares de sueldo anual (alrededor de 107 millones de pesos chilenos), más 210.497 para sus gastos de representación (116 millones de pesos), es decir, un total de 404 mil 540 dólares anuales. En pesos chilenos, estamos hablando de unos 19 millones mensuales.
Por su parte, el dinero que actualmente llega a los bolsillos del príncipe Felipe se acerca a la mitad de lo recibido por su padre: 202 mil 708 dólares (112 millones de pesos), lo que se divide en 97.300 dólares de sueldo y 105.409 en otros gastos.
Legitimidad en juego
“No más reyes, referéndum”, “Los Borbones, a las elecciones”, eran algunas de las consignas que se oían en las calles, cuando decenas de personas pedían que el futuro de la monarquía se decidiera en las urnas. “Lo que no entiendo es la legitimidad del príncipe. Es hijo de su padre y punto. Él no tiene ninguna legitimidad. El rey tenía legitimidad por lo menos por la transición”, decía a la agencia AFP un joven estudiante de Sociología que participaba de las protestas.
Felipe y su esposa, la ex periodista de televisión Letizia Ortiz, lograron mantenerse al margen de escándalos como la investigación por presunta corrupción que pesa sobre la hija menor del rey, la infanta Cristina, y sobre todo, su esposo Iñaki Urdangarin.
Se esfuerzan por mostrar un sencillo estilo de vida que contrasta con el lujoso viaje del rey para cazar elefantes en Botsuana que en 2012 indignó a una España sumida en la crisis. Pese a ello, los analistas advierten que aún le resta camino al príncipe, para legitimarse ante los españoles.