Las nativas del género femenino nos sumergimos en una eterna paranoia al momento de quedar embarazadas. Lo anterior, no es para menos: un insistente bombardeo de información enreda, renueva y confunde el menú de quien dará a luz en un par de meses más.
Es por lo anterior, que inclusive tomar el té o beber una inofensiva agüita de hierba despierta una serie de interrogantes en las futuras madres. Pues, hasta una aparente inocua planta puede resultar letal al llegar al sistema de nuestro pequeño en gestación.
Por lo mismo, en el siguiente listado -recogido del libro “Esperando a mi bebé: Una guía del embarazo para la mujer latina”, de la periodista Lourdes Alcañiz- enumeramos aquellas hierbas que se deben evitar durante el período de gestación, extendiéndose, en algunos casos, hasta la lactancia. Excluidas de la dieta en su mayoría por sus consecuencias: alteraciones en los niveles de presión, náuseas, desmayos y efectos abortivos.
Así lo confirma, Reinaldo González Ramos, especialista en Medicina Reproductiva e Infertilidad de la Universidad de Chile, quien señaló que si bien sólo su consumo excesivo o rutinario podrían provocar riesgo de aborto durante el embarazo, siempre es recomendable excluirlas de la dieta.
1. Ruda
No es casualidad que lidere el listado, pues esta hierba de fuerte aroma además de oscuras y pequeñas hojas, es un gran estimulante del flujo menstrual además de alivianar los cólicos producidos por el mismo. El peligro para la mujer embarazada se presenta cuando ésta la ingiere en modo de infusión o directa.
Su consumo en exceso puede producir úlceras estomacales o intestinales; además de vómitos, diarrea y colapso cardiocirculatorio.
2. Menta (Póleo)
La conocida planta de fresco olor tampoco es de las recomendadas a ingerir en el embarazo. A pesar que esta hierba contribuye a combatir los desórdenes digestivos, entre sus efectos negativos, no se recomienda consumirla durante el período de lactancia, puesto que puede reducir el flujo de leche.
Según la autora, incluso el consumo de la planta podría causar graves anormalidades en el feto.
3. Eucalipto
Este árbol perenne de ágil crecimiento es conocido por su efecto analgésico. Además, como infusión, se utiliza en rol sedante y para disminuir la temperatura de la fiebre.
De la misma manera, beber el líquido para una mujer encinta no es recomendable. Esto, en consecuencia que la hierba es utilizada para provocar el sangrado menstrual; lo que en exceso, podría concluir en efectos abortivos.
4. Boldo
América Latina es el hogar de este árbol de mediano tamaño. Al igual que sus pares, éste se consume en manera de infusión y contribuye a combatir molestias gastrointestinales y digestiones difíciles de tipo crónico. Es además un laxante suave, protector hepático y sedante nervioso.
Lamentablemente, la hierba aromática no debe ser ingerida por mujeres embarazadas porque el boldo favorece la evacuación del vientre, situación que podría provocar contracciones prematuras o efectos secundarios en el bebé.
5. Molle
Se trata de una hierba utilizada por la medicina tradicional. Sus hojas hervidas se usan para dar baños externos que reducirían las inflamaciones, además de atribuirle propiedades tónicas y cicatrizantes.
Esta planta se usaba cómo anticonceptivo diario. Lo anterior, puesto que se presume que altera los estrógenos e inhibe la ovulación. Inclusive, antiguamente, las mujeres la consumían hasta que decidieran ser madres. Además, la planta es usada para forzar el flujo menstrual.
6. Áloe Vera
La favorita de las del género femenino. En su interior contiene un líquido (acíbar) muy utilizado en la cosmetología, empleado por sus propiedades regeneradoras y cicatrizantes. Su gel se ingiere para contrarrestar el estreñimiento y úlceras digestivas.
Sin embargo, no es aconsejable su empleo oral durante el embarazo y la lactancia, ni siquiera cuando existan dolores abdominales, náuseas y vómitos. Esto, en consecuencia que la planta facilita la evacuación del vientre.
7. Achicoria
Además de ser ingerida como ensalada, esta pequeña planta se bebe como té. Las hojas tiernas y la raíz contienen insulina y levulosa, que favorecen las funciones del hígado que a su vez afecta sobre el útero.
Pero la mayor parte de sus propiedades medicinales se deben a los principios amargos que contiene, los cuales actúan estimulando todos los procesos digestivos, incluyendo entre sus efectos la estimulación de contracciones uterinas.
8. Ajenjo
La actividad terapéutica de esta planta reside principalmente en su aceite esencial, el que posee acción colerética, antihelmíntica, antibacteriana, además de emenagogo, vermífugo y favorecedor de las funciones digestivas.
En medicina popular se emplea la infusión de las hojas en malestares estomacales y hepáticos, para eliminar parásitos intestinales. Además regula e infiere el ciclo menstrual, lo que se traduce en la estimulación del flujo sanguíneo en el área de la pelvis y el útero, y en algunos casos, fomenta la menstruación.
Además de estas, algunos estudios muestran que hierbas como la manzanilla, el regaliz, el hinojo, el perejil y la carachipita (mezcla de poleo, yerba de la perdiz, orégano y guaycurú) producirían efectos negativos en el embarazo.
Para conocer más sobre las propiedades de esas plantas, tanto en el embarazo como en el uso común, el Ministerio de Salud habilitó un libro con la información medicinal de 103 especies vegetales chilenas.