El 10 de abril de 2010, la fotógrafa neoyorquina Sally Davies comenzó un interesante experimento para descubrir que tan “artificial” es la comida rápida. Compró una hamburguesa y un paquete de papas fritas de McDonald’s, los dejó en su velador y los fotografió cada día con el fin de mostrar su evolución. Aunque está algo más seca, hasta el día de hoy -4 años después- la comida no se pudre, tal como se puede observar en la última foto que publicó en su cuenta de Flickr el pasado 9 de mayo.
Pero no es el único caso. David Whipple es un hombre de Utah que afirmó haber guardado una hamburguesa de McDonalds desde 1999 y ésta aún luce intacta. Él contó su experiencia en el programa de televisión “The Doctors”, donde dijo que conservó el sándwich para mostrarle a sus nietos que la comida rápida está llena de conservantes y productos químicos.
Luego de que un cliente les escribiera para preguntar por qué sus alimentos, especialmente las hamburguesas, no se descomponían, McDonald’s Canadá ofreció una explicación.
“Ha habido una gran cantidad de videos y fotos en internet que promocionan el hecho de que cuando se deja a la deriva una hamburguesa de McDonald’s durante un período prolongado de tiempo, ésta no se pudre y que es debido a que está cargada de productos químicos. La verdad es que las hamburguesas de McDonald, las papas fritas y el pollo son como todos los alimentos, y no se pudren si se mantienen bajo ciertas condiciones”, afirmó Keith Warriner, director del programa de Ciencia de los Alimentos y Aseguramiento de la Calidad de la Universidad de Guelph (Canadá), en un artículo publicado en el sitio web de McDonald’s.
“En esencia, los microbios que causan la pudrición se parecen mucho a nosotros mismos, ya que necesitan agua, nutrientes, calor y tiempo para crecer. Si sacamos uno o más de estos elementos, entonces los microbios no pueden crecer o echar a perder los alimentos”, añadió.
Asimismo, el profesional dijo que “en el ejemplo de una hamburguesa de McDonald’s, la hamburguesa pierde agua en forma de vapor durante el proceso de cocción. El pan, por supuesto, está hecho de pan. El tostarlo reduce la cantidad de humedad. Esto significa que después de la preparación, la hamburguesa está bastante seca. Cuando se deja en una habitación a la deriva, hay una mayor pérdida de agua porque la humedad dentro de la mayoría de los inmuebles es de alrededor del 40%. Así pues, en ausencia de alta humedad, la hamburguesa simplemente se seca, en lugar de descomponerse”.
“Con la pérdida de humedad, le quitamos un elemento esencial para que los microorganismos crezcan y causen deterioro. Así que para echar a perder una hamburguesa de McDonald’s, simplemente tenemos que evitar la pérdida de humedad. Esto se puede hacer envolviéndola en plástico transparente o guardándola dentro de un ambiente con alta humedad, como un baño”, agregó.
“Si intentas hacer el mismo experimento con una hamburguesa casera con contenido de humedad similar a una hamburguesa de McDonald’s y en condiciones similares, probablemente obtendrás los mismos resultados”, dijo finalmente el experto.
Según el portal estadounidense Business Insider, el blog de comida A Hamburguer Today realizó algunos experimentos para comprobar si a las hamburguesas caseras les pasaba lo mismo que a las de la famosa cadena de comida rápida. Los resultados indicaron que las hecha en casa tampoco se pudrían si se dejaban al aire libre.