El papa Francisco afirmó que “el celibato de los sacerdotes no es un dogma” de la Iglesia, aunque defendió su valor cuando la ordenación de hombres casados es una reivindicación de ciertos medios católicos.
En una conferencia de prensa concedida en el avión de regreso de Jerusalén la noche del lunes, al ser preguntado sobre la posibilidad de ordenador a hombres casados, Francisco contestó primero que el celibato de los sacerdotes es “un don para la Iglesia”.
“Existen sacerdotes casados en la Iglesia”, señaló, y citó entre otros los anglicanos que se han unido a Roma, los coptos católicos, algunos sacerdotes de Iglesias orientales.
Al afirmar que el celibato de los sacerdotes “no es un dogma”, Francisco parece dejar una puerta abierta a una discusión sobre este tema.
La Iglesia -y sobre todo Benedicto XVI- ya había dicho que no se trata de un dogma como puede ser la fe en la resurrección de Cristo
A veces se sugiere la posible ordenación de “viri probati”, hombres casados sobre todo jubilados y muy comprometidos al servicio de la Iglesia que quieran ser sacerdotes. En cambio, nunca se ha contemplado que sacerdotes puedan ser autorizados canónicamente a contraer matrimonio.