Una dura medida anunció la tarde de este lunes la dirigencia de Universidad de Chile tras el grave incidente ocurrido el fin de semana durante el duelo entre los ‘azules’ y Magallanes por Copa Chile.
Recordemos que un fanático universitario de 18 años, Nicolás Esteban Correa Castro, debió sufrir la amputación de su pie luego que le explotara una bomba de ruido, cuando dos bandos de la hinchada protagonizaban una pelea.
Ante esta situación, Azul Azul, representado por Mario Conca (vicepresidente) y Cristian Aubert (gerente general) informó que el club decidió no vender entradas para el próximo juego del elenco laico. Eso sí, podrán ingresar los abonados.
Junto con lamentar esta medida, Aubert explicó que “si los hinchas no toman conciencia de que lo que hacen le hace mal a su equipo, al cual van a alentar, no vamos a poder solucionar este problema”.
“Los hinchas tienen que entender y asumir de que cada vez que se hace este tipo de actos, que se ingresan estos elementos, que se detonan estas bombas, lo único que hacen es un mal al equipo”, agregó el gerente.
En tanto, Conca explicó que, además de la decisión de no vender entradas, el club interpondrá una querella en tribunales para que se determinen los responsables de lo ocurrido, además de realizar un llamado a los hinchas a “cuidar nuestra actividad. Ninguna medida será eficaz sin la colaboración de las personas”.
El vicepresidente de los azules también respondió a las críticas realizadas por el jefe del plan Estadio Seguro, José Roa, quien hizo un llamado a que los clubes a hacerse cargo “de sus ingresos, pero también de los gastos que genera la seguridad al interior de los espectáculos deportivos”.
Al respecto, el directivo aseguró que “Universidad de Chile no está beneficiándose con nada de esto ni tampoco externalizando el costo.El costo de organizar un partido como el del sábado es superior al ingreso obtenido con las entradas. No estamos externalizando el costo, por el contrario, estamos incurriendo en todos los gastos”.