Un cohete japonés del tipo H-2A despegó este sábado desde el sur del archipiélago para poner en órbita un satélite de observación de las catástrofes naturales (Alos-2), según imágenes emitidas en directo por la Agencia nipona de exploración espacial (JAXA).
El aparato fue lanzado al espacio por el 24º cohete de esta generación desde la base meridional de Tanegashima, y los primeros minutos de vuelo se desarrollaron tal cual estaba previsto, según los comentaristas de la agencia.
Bautizado con el acrónimo de Alos-2 (Daichi-2 en japonés), el satélite quedará en órbita no geoestacionaria. Éste tomará el relevo de un aparato del mismo tipo, el Alos, que había sido lanzado once años atrás y finalizó su misión en mayo de 2011, dos meses después del devastador terremoto seguido de un gigantesco tsunami que afectó gravemente al noreste de Japón.
Además de la observación de los desastres naturales, Alos-2 permitirá controlar cultivos, y poner al día mapas de terrenos e infraestructuras, entre otros.
Este satélite cuenta con varios instrumentos de última generación, entre los cuales destaca el PALSAR-2, un radar desarrollado con la ayuda del gobierno japonés para detectar las variaciones geológicas y topográficas de la superficie del planeta, con una precisión con un margen de error de apenas entre 3 y 10 metros.
El mismo es capaz de trabajar de día o de noche en cualquier condición meteorológica.
Japón es un país particularmente preocupado por las catástrofes naturales, Cada año sufre al menos una veintena de tifones, está amenazado por la eventual erupción de volcanes, a lo que se añaden tornados y gigantescas avalanchas de nieve. El país registra además el 20% de los terremotos más violentos del planeta.
El precedente lanzamiento de un cohete H-2A, el 23º, tuvo lugar en febrero pasado para poner en órbita un satélite nipo-estadounidense para medir las precipitaciones en la Tierra, GPM, un ingenio destinado a prevenir y afrontar los desastres meteorológicos mundiales.