El senador Hernán Larraín (UDI), definió de positivos los anuncios de la Presidenta Michelle Bachelet ante el Congreso Pleno, aunque manifestó que es preocupante la “aplanadora” que ha aplicado el gobierno para impulsar proyectos de reformas sin discutir mayormente los aspectos positivos y negativos.
Por ello calificó como perjudicial para el país que se pueda legalizar el aborto y que no se haya pronunciado sobre modificaciones a la Constitución Política, como lo anunció en campaña.
Entre los aspectos más positivos destacó la preocupación de la mandataria por los sectores que denominados “más invisibles”, como lo son los discapacitados, los adultos mayores, los niños. “Me parece que marcan una condición muy fuerte en la Presidenta que aplaudo y que estoy seguro que se traducirán en muy buenos proyectos”.
Sin embargo, fue claro en manifestar su inquietud por el clima político que vive el país, marcado por el desempeño del gobierno en temas relacionados a las reformas impulsadas por el Ejecutivo, “me preocupa el momento político que está viviendo el país. Existe un clima muy polarizado que en parte ha sido provocado por ministros muy ansiosos que han estado enfocados sólo a sacar adelante muy rápido sus proyectos que no vacilan en aplicar las mayorías que tienen”.
En ese sentido, precisó el legislador que “cuando la Presidenta nos llama en el Senado que discutamos la reforma tributaria con diálogo y con apertura, me parece bien. Pero de inmediato uno advierte que ella al felicitar a la Cámara de Diputados por la forma en que ésta tramitó dicha reforma, que fue en un debate muy poco serio y apresurado, sin escuchar ni a los afectados como a la oposición, revela una voluntad distinta de la que proclama para el Senado. Porque no se puede pedir diálogo y de la misma forma aplaudir a la cámara donde no hubo diálogo”.
Fue así como sentenció que “si la reforma se aprueba con la mayoría que tienen, esto no garantiza su durabilidad en el tiempo, porque las mayorías cambian. Además la Presidenta contradice su propio lema de campaña que profesaba un Chile para todos”.
Larraín manifestó que también es preocupante que la autoridad haya postergado su proyecto de reformas constitucionales, “porque si es cierto que el país necesita una nueva Constitución me imagino es porque existe una grave crisis institucional y eso no podría esperar. Sin embargo, si no da contenido, ni fija un procedimiento para llevar adelante este proceso de nueva Constitución, es porque no tienen urgencia, no existe la necesidad social, y solamente es una entelequia que satisface a las voluntades políticas, pero no a las realidades sociales”.
Agregó que “esto genera una incertidumbre internacional ya que esta amenaza de tener un cambio total en la Constitución, partiendo de cero como si la historia partiera hoy día, no tiene justificación y solo daña la imagen y la estabilidad de Chile”.
Finalmente, el senador manifestó su rechazo a legislar sobre el aborto, anunciado por Bachelet en esta cuenta pública al país, “porque el derecho a la vida del que está por nacer, no puede tener excepciones. O defendemos la vida siempre o no la defendemos y en este caso creo que el aborto, aunque sea en circunstancias muy calificadas, no tiene explicación y en ese sentido creo que la Presidenta ha dado un paso muy duro que espero sea revertido en su tramitación parlamentaria”.