¿Quién no ha soñado con una escuela en la que se aprenda lo que no se enseña en la escuela? La “School of Life”, que acaba de abrir en París después de hacerlo en otras capitales, ofrece un temario con asignaturas como “Afrontar la muerte”, “Tener conversaciones interesantes”o “Cómo hacer que el amor dure”.
De día es una librería normal y corriente en el centro de la capital francesa pero por la tarde se convierte en aula para adultos en busca de respuestas.
La primera escuela de vida nació de la imaginación del escritor suizo Alain de Botton y se materializó en Londres en 2008. En 2013 se abrieron dos escuelas en Melbourne y en Río y desde finales de abril otras dos en Ámsterdam y París.
En estas aulas se enseña cultura general pero también hay una interacción entre participantes y se establece un lugar de reflexión para responder a preguntas existenciales.
A primera vista podría parecer el enésimo curso de gente adinerada ávida de introspección que se deja llevar por una nueva oleada de desarrollo personal.
Pero la directora, Fanny Auger, niega esta visión. “No prometemos dar respuestas taxativas. Lo que hacemos es reflexionar a partir de ejemplos que extraemos de la literatura, del arte o de la vida de cada día para poder llegar un poco más lejos”, explicó a la AFP.
El curso “Cómo explotar su potencial” propone desarrollar sus capacidades compartiendo los momentos más importantes de la vida en pequeños grupos.
“Les pido a los alumnos que enumeren siete momentos de su vida en los que se sintieron especialmente vivos y después hacemos ejercicios prácticos para ver qué es lo que une esos momentos entre sí”, explica Stehpane Degonde, el conductor de este taller.
“La idea es encontrar el potencial que hay en cada uno de estos momentos a través del trabajo en grupo”, añade este emprendedor reconvertido al ‘coaching’ y a la escritura.
De 20 a más de 60 años
Las clases tienen lugar de lunes a viernes de 19H30 a 22H30 y los primeros alumnos ya han empezado a llenar sus aulas pagando los 35 euros que cuesta cada curso.
“El objetivo no es encontrar la solución a un problema sino intercambiar pareceres y reflexionar”, explica Audrey Page, de 36 años, que ya ha participado en tres talleres. “La gente sale alegre y se queda charlando después del curso”, explica.
Alain de Botton es hijo de un financiero suizo y autor de “Cómo cambiar tu vida con Proust”, “La arquitectura de la felicidad” o “Religión para ateos”. La “School of Life” de Londres ofrece consultas de “biblioterapia” de las que se le aconseja al “paciente” una lista de libros para vivir mejor su vida.
Fanny Auger, la directora de París, recomienda un curso que pretende enseñar a “tener mejores conversaciones”. “Paradójicamente, explico algunas claves para aprender a gestionar los silencios porque a lo que más tememos es a los espacios que se generan en las conversaciones”, explica.
La edad de los alumnos varía entre los 20 y 60 años pero la mayoría son mujeres. La directora del centro reconoce que los hombres son más púdicos a la hora de expresar sus sentimientos.
La persona que conduce el taller “Cómo hacer que el amor dure” tiene un recorrido muy ecléctico que va desde el periodismo al comercio, pasando por el estilismo y la música.
“Buscamos este tipo de perfil para venir a dar clase en nuestra escuela, gente que ha hecho ‘zapping’ entre profesiones y tiene múltiples experiencias profesionales”, explica la directora, que asegura tener todavía muchas ideas para cursos nuevos “pero todavía no ha encontrado a los profesores que las puedan dar”.