Una sátira de Hollywood y una exploración del mundo de la lucha libre visto a través de una de las familias más adineradas de Estados Unidos, los Du Pont, entraron este lunes en la disputa por la Palma de oro de Cannes.
“Map to the stars” (Mapa a las estrellas), del canadiense David Cronenberg – de 71 años y que regresa a Cannes por cuarta vez-, es un oscuro, delirante viaje a la meca del cine, protagonizado por Robert Pattinson, Julianne Moore, Mia Wasikowska y John Cusack.
A través del retrato de una familia hollywoodense, llena de dinero, angustias, envidias, y a bordo de la implosión, Cronenberg diseca una sociedad obsesionada por el dinero y las celebridades, y pone al desnudo las feroces ambiciones y el oportunismo que reinan en esa ciudad poblada de predadores de todo tipo.
Pero el cineasta – quien hace dos años presentó en Cannes “Cosmopolis”, también con Pattinson-, advirtió que su película no es una crítica de la ciudad californiana de los sueños.
“Pasa lo mismo en Wall Street, en Silicon Valley, en todos los sitios donde hay gente desesperadamente ambiciosa”, afirmó en una rueda de prensa en Cannes, que el lunes amaneció nublado, tras varios días de un sol espléndido.
Basada en la novela de Bruce Wagner, que también escribió el guión, la película de Cronenberg – que ganó el premio del Jurado de Cannes en 1996 con “Crash”- no deja de evocar el oscuro filme sobre Hollywood del estadounidense Robert Altman, “The Player”.
“Foxcatcher”, una historia verdadera
En “Foxcatcher”, el realizador estadounidense Benett Miller va más lejos en la exploración del impacto del dinero y la ambición, sumiendo al espectador en una historia verdadera y trágica: la del heredero de una de las fortunas más grandes del mundo, el quincuagenario John Du Pont.
Pero esa historia solo sirve a Miller como punto de partida para construir un fascinante filme que, sin aspavamientos ni mensajes políticos, invita a una reflexión sobre el poder del dinero en la sociedad moderna.
“Más que contar una historia, lo que me interesaba era hacer una observación sobre lo que está por debajo de la historia”, explicó el realizador de “Capote” y de “Moneyball”, ese excelente filme sobre el universo del béisbol estadounidense que pasó casi desapercibido en salas.
La historia es la de un asesinato: filántropo y gran amante del deporte, John Du Pont (Steve Carell), llevado por el deseo de ganarse el respeto de su madre (la gran actriz británica Vanessa Redgrave,) hizo construir un millonario centro de entrenamiento en “Foxcatcher”, la magnífica propiedad de la familia, cerca de Filadelfia.
Con la vista puesta en los juegos olímpicos de Seúl de 1988, el excéntrico multimillonario invitó allí al campeón olímpico de lucha libre, Mark Schultz (Channing Tatum), y a su hermano Dave, también oro olímpico y entrenador (Mark Ruffalo).
La historia acaba con el asesinato por Du Pont de uno de los hermanos, por el que el heredero de la familia que posee la industria química mayor del mundo acabó sus días en la cárcel.
El director y los actores contaron en Cannes que para hacer el filme se habían sumergido durante varios meses en el mundo de la lucha libre, y se dedicaron a hacer “periodismo de investigación”.
El filme fue “una exploración, una aventura”, donde “cada escena es sólo la punta del iceberg”, notó Miller, quien concursa por primera vez en el festival de cine más famoso del mundo.
“Map to the stars”, de Cronemberg, y “Foxcatcher”, son los últimos dos filmes en haber sido presentados en el certamen de Cannes, que empezó el pasado jueves y concluye el sábado.
Dieciocho películas compiten por el máximo galardón y, aunque aún faltan 4 días y noches de proyecciones, ya se perfilan algunas favoritas, como “Timbuctú”, sobre la guerra santa lanzada contra esa mítica ciudad de Malí, y “Winter sleep”, del turco Nuri Bilge Ceylan, un drama íntimo rodado en el centro de Anatolia.