Una hambruna “catastrófica” amenaza a millones de personas en Sudán del Sur, país inmerso en una guerra civil desde hace cinco meses, advirtió el jueves la organización no gubernamental Oxfam Internacional que lucha contra el hambre y la pobreza.
“Actuamos enseguida o millones de personas” van a sufrir, advirtió Mark Goldring, director general de Oxfam en un comunicado.
“Nos espera un trabajo titánico. Hacer llegar una ayuda masiva a la población en el peor momento del año, cuando las lluvias dificultan el acceso a numerosas regiones y transforman las carreteras en torrentes de barro”, agregó Goldring.
Se necesita un “alza masiva y rápida de la ayuda para impedir que el hambre alcance niveles catastróficos”, insistió el director de Oxfam.
El 9 de mayo pasado, el presidente de Sudán del Sur, Salva Kir, y su ex vicepresidente Riek Machar, que encabeza una rebelión armada desde diciembre pasado, firmaron en Adís Abeba un acuerdo que prevé el fin de los combates. Sin embargo, la tregua duró apenas un día.
Lo mismo había ocurrido con el alto el fuego firmado el 23 de enero pasado.
La guerra civil en la nación más joven del mundo, que se independizó en 2011, ha causado ya la muerte de decenas de miles de personas y más de 1,2 millones de desplazados internos.
Los civiles son las principales víctimas del conflicto entre Kiir y Machar, líderes respectivamente de las etnias dinka y nuer, las principales del país.
La ONU indicó días pasados que existían “numerosas señales precursoras de un genocidio” en Sudán del Sur.
“Si el conflicto continúa, antes de fin de año la mitad de los 12 millones de sursudaneses se convertirán en desplazados, refugiados en el extranjero, padecerán hambre o morirán”, advirtió el lunes pasado la ONU, que estimó que Sudán del Sur necesita una ayuda de 1.270 millones de dólares para impedir una trágica hambruna.