El parlamento libanés no pudo reunirse este miércoles para elegir al presidente de Líbano, al no lograr el quórum necesario a causa del rechazo de los diputados del partido chiita Hezbolá a acudir a la sesión, pospuesta ahora al 7 de mayo.
“El presidente del parlamento, Nabi Berri, fijó el 7 de mayo como nueva fecha para reunir al parlamento vista la falta de quórum el miércoles”, según la agencia nacional de información.
La falta de consenso es patente entre los campos rivales. Frente a Samir Geagea, duro opositor al régimen sirio y a Hezbolá, se presenta Michel Aoun, apoyado por el partido chiita, si bien no de manera oficial. Los dos hombres son adversarios desde la guerra civil de Líbano entre 1975 y 1990.
En un país multiconfesional, donde la paridad es estricta entre cristianos y musulmanes en el parlamento, el presidente de Líbano es tradicionalmente un cristiano maronita, aunque no tenga poder real.
El mandato del actual jefe de estado, Michel Sleimane, expira el 25 de mayo y el parlamento tiene hasta este día para elegir a su sucesor. En caso de ausencia de acuerdo, el gobierno asumirá el poder ejecutivo, un escenario que Líbano conoció en 1988 y en 2007.
La elección del presidente casi siempre ha venido dictada por las potencias extranjeras, en especial, por Siria, si bien, según los expertos, la falta de consenso entre libaneses y también entre sus socios regionales, como Irán o Arabia Saudita, desembocará en un vacío presidencial.
La elección del presidente no es un “asunto candente” para Riad y Teherán, quienes ya están enfrentados en el conflicto sirio, Yemen y el programa nuclear iraní, indicó a la AFP Hilal Jashan, profesor de Ciencias Políticas a la Universidad americana de Beirut.