La ejecución de un estadounidense no llegó a término en la noche del martes en Oklahoma, llevando a la suspensión inmediata de la segunda, programada para dos horas más tarde, informaron las autoridades penitenciarias.
El director de prisiones ordenó que se detuviera la ejecución de Clayton Lockett, unos tres minutos después de iniciada la inyección, a las 18:23 locales (19:23 hora de Chile), al constatar “el fracaso de la intravenosa”, pero el condenado murió de una crisis cardíaca a las 19:06 (20:23 horas chilenas).
El director resolvió inmediatamente aplazar 14 días la ejecución de Charles Warner, prevista para las 20:00, dijo a la AFP Jerry Massie, portavoz de las prisiones de Oklahoma.
La última doble ejecución en ese estado del centro de Estados Unidos tuvo lugar en 1937.
Clayton Lockett fue condenado a muerte en 2000 por la violación y el asesinato de una joven que había secuestrado, golpeado y enterrado viva. Charles Warner fue condenado en 1997 por la violación y el asesinato de la hija de once meses de su compañera.
Ambos habían obtenido en marzo pasado la postergación de sus ejecuciones por falta de anestésico para las inyecciones intravenosas.
Pero el estado logró aprovisionarse, cambió el procedimiento de ejecución y los dos condenados agotaron esta vez todas sus apelaciones. Sus abogados renunciaron, en la tarde, a presentar un último recurso ante la Corte Suprema.
La doble ejecución debía realizarse con un nuevo protocolo de inyección letal, que nunca se había probado. Este nuevo procedimiento incluye tres productos, un sedante, un anestésico y una dosis letal de cloruro de potasio.
“Esta noche, en un clima de secreto y demagogia política, Oklahoma tiene la intención de ejecutar a dos condenados a muerte recurriendo a un nuevo protocolo experimental, incluido un paralizante que impide saber si las ejecuciones implican sufrimientos crueles e inhabituales contrarios a la Constitución”, había protestado Madeline Cohen, la abogada de Warner.
“A pesar de nuestros repetidos pedidos, el Estado se niega una y otra vez a suministrar las informaciones sobre la fuente, pureza, los tests y la eficacia de los productos que serán utilizados. No sabemos ni siquiera si los productos fueron comprados legalmente”, agregó.