Un complejo procedimiento de decisión, opacas y burocráticas negociaciones socavaron las reglas de transparencia en la Unión Europea (UE) y expone a las instituciones comunitarias del bloque a la corrupción, estimó este jueves la organización.
En este primer informe sobre 10 instituciones europeas, entre órganos y agencias de la UE, entre ellas las tres más importantes (el Consejo, la Comisión y el Parlamento), la organización no gubernamental critica también la falta de políticas para evitar los conflictos de interés.
“Estos últimos años, las instituciones europeas emprendieron varias acciones para poner orden puertas adentro, pero las bases, aunque sean sólidas, se ven fragilizadas por la complejidad de las reglas, la complacencia y la ausencia de seguimiento”, declaró Carl Dolan, director de la oficina europea de Transparencia Internacional. “El resultado es que a pesar de las mejoras del marco general, el riesgo de corrupción persiste a nivel de la UE”, añade.
Los últimos años varios escándalos salpicaron a la UE. En 2011 tres eurodiputados, engañados por el periódico Sunday Times, habían aceptado introducir enmiendas a cambio de pagos de hasta 100.000 euros.
En 2012 el comisario europeo a cargo de temas de Salud, John Dalli, tuvo que dimitir por un caso de presunta corrupción vinculada a la industria del tabaco.
La Comisión Europea reemplazó a fines de 2013 al presidente francés de su comité de ética, Michel Petite, sospechoso de conflictos de interés debido a sus funciones en una de las consultoras más importantes de Bruselas.
Transparencia Internacional pide que la inscripción en el registro de ‘lobbies’ de la UE, actualmente facultativa, sea obligatoria. También pide que las tres grandes instituciones de la UE hagan públicos todos los elementos suministrados por las agencias de influencia en el marco de la elaboración de textos de ley y reglamentos, así como los textos elaborados en las diferentes etapas del proceso legislativo.
En materia de ética, la ONG pide “procedimientos de nombramiento claros, objetivos y transparentes”, que no se limiten únicamente a los conflictos de interés y los pasilleos sino también a la publicación del patrimonio, ingresos y regalos así como contactos que mantienen los seleccionados con los lobistas.
La Comisión Europea reaccionó a la publicación de este informe saludando “una contribución al debate en curso sobre la ética y la transparencia”.