Perú, una de las sociedades más conservadoras de América Latina, vive una “actitud nueva y políticamente correcta” hacia la comunidad homosexual a raíz del debate de un proyecto de ley que permite la unión civil entre personas del mismo sexo, dijo el congresista promotor de la norma.
“Hay una actitud nueva en el país hacia la comunidad homosexual, una actitud tolerante al menos en público. Eso es un logro colateral de la campaña a favor de la unión civil”, aseguró el miércoles el legislador opositor Carlos Bruce durante una rueda de prensa con corresponsales extranjeros.
Bruce destacó como una señal de cambio el hecho de que “hasta hace unas semanas ser homofóbico en el Perú no era políticamente incorrecto, y hoy hemos logrado revertir esa tendencia”.
“Esto es un avance porque el Perú está muy retrasado a nivel de América Latina respecto al tema de las uniones civiles”, acotó el legislador.
“Por primera vez se ha visualizado a la comunidad homosexual. Esto ha despertado una chispa en una comunidad que estaba muy fragmentada al punto que incluso salió a marchar en defensa de sus derechos”, sentenció Bruce.
En medio de un debate que ha dividido a la sociedad y que se refleja con una feroz agresividad homofóbica en las redes sociales, el promotor de la ley enfatizó que “los intelectuales y académicos se han manifestado a favor con Mario Vargas Llosa al frente, en tanto que la jerarquía católica lidera la corriente contraria”.
Una encuesta reveló el sábado pasado que la mayoría de peruanos se muestra a favor de aceptar los derechos de las parejas homosexuales, pero están en desacuerdo con el proyecto de unión civil que debatirá el Congreso.
El proyecto de ley será discutido en el parlamento a partir de la segunda semana de mayo, precisó Bruce, de 57 años, e integrante de un minoritario bloque independiente.
El borrador de la norma sobre unión civil descarta que las parejas homosexuales puedan adoptar niños, se centra en derechos patrimoniales y aboga por reconocer como “parientes o familia” a quienes opten por la unión civil.
Según Bruce, darle categoría de “familia” a esas parejas es lo que desató las iras de los obispos católicos liderados por el ultraconservador arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, del Opus Dei.