El vicepresidente estadounidense Joe Biden advirtió el martes a Rusia respecto “al aislamiento” que la amenaza si continúa intentando “desmebrar” Ucrania al apoyar a los insurgentes separatistas del este del país, acusados por Kiev de haber torturado hasta la muerte a dos personas.
Por su parte, el presidente ucraniano interino Olexandre Turchinov consideró que los activistas prorrusos “superaron la franja roja” y anunció la reanudación de la operación “antiterrorista” en el este, que había suspendido antes de Pascuas, tras el descubrimiento de dos cadáveres, uno de los cuales sería de un edil local del partido prooccidental de Iulia Timochenko, el Batkivchtchina.
Las esperanzas de un apaciguamiento tras la firma de un compromiso internacional, el jueves en Ginebra, prácticamente se desvanecieron ante la acción en aumento de los prorrusos, que según Turchinov han “tomado toda la región de Donetsk como rehén”.
Este martes, el secretario de Estado estadounidense John Kerry expresó al ministro ruso de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov su “profunda preocupación” ante la ausencia de “medidas positivas” de Moscú para reducir la tensión en Ucrania, según dijo un alto funcionario de su departamento.
Kerry también advirtió que si no se logran avances en lo acordado la semana pasada en Ginebra, ello llevaría a sanciones adicionales contra Rusia, agregó el alto funcionario.
Ucrania ordenó la reanudación de la operación “antiterrorista” contra los separatistas del este horas después del final de la visita del vicepresidente estadounidense Joe Biden.
Turchinov ordenó las acciones contra los separatistas del este del país tras el descubrimiento de los dos cuerpos con señales de “tortura”.
Una de las víctimas es Volodymyr Rybak, un concejal de la localidad de Gorlivka, “recientemente secuestrado por terroristas”, afirmó el presidente.
Al mismo tiempo, el Pentágono anunció el envío de 600 soldados a Polonia y a los países bálticos para “ejercicios”. Rusia mantiene en la actualidad un contingente de 40.000 soldados desplegados en la frontera con Ucrania.
De visita en Kiev, Biden reiteró a las autoridades su apoyo frente a la amenaza separatista en el este del país alentada por Rusia, a la que le pidió que retire sus tropas de la frontera.
“Más comportamiento provocador llevará a mayores costos y más aislamiento”, declaró Biden en conferencia de prensa con el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk.
“Llegó el momento de dejar de hablar y empezar a actuar (…). Necesitamos que se tomen medidas sin dilación”, añadió Biden.
Rusia dispuesta a afrontar nuevas sanciones
Estados Unidos ya ha dispuesto sanciones contra altos responsables rusos cercanos al presidente Vladimir Putin, pero amenaza ahora con aplicar nuevas sanciones contra Moscú.
“Es un camino sin salida”, respondió el martes el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, en un discurso ante la Duma, la cámara baja del Parlamento.
“Pero si aún así algunos de nuestros socios occidentales deciden tomarlo, no tendremos otra opción que hacer frente con nuestras propias fuerzas. Y ganaremos”, añadió.
Las partes tenían la esperanza de que la tensión disminuya –en la que ha sido calificada como la peor crisis entre Moscú y los occidentales desde la Guerra Fría– tras el acuerdo alcanzado en Ginebra entre Ucrania, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea.
El acuerdo prevé entre otros puntos el desarme de grupos armados ilegales y la evacuación de edificios ocupados, tanto por los proocidentales en Kiev como por los separatistas en el este.
Pero el texto nunca fue aplicado y en vez de evacuar las administraciones ocupadas, los separatistas extendieron su control tomando el lunes nuevos edificios públicos en Kramatorsk, ciudad a medio camino de su bastión de Slaviansk y de Donetsk.
Turchinov estimó que las acciones, atribuidas a “Rusia y a sus unidades terroristas”, “anulan” el acuerdo de Ginebra, destinado a reducir la tensión en el país.
“Los terroristas que secuestraron a toda la región de Donetsk cruzaron la línea roja al torturar a patriotas ucranianos”, añadió el presidente interino.
“Estos crímenes son cometidos con el apoyo total de Rusia”, afirmó.
¿Referéndum en Lugansk?
El departamento de Estado norteamericano reveló el lunes unas imágenes entregadas por Kiev que muestran que separatistas armados en el este de Ucrania son en realidad militares o agentes de los servicios secretos rusos.
“No hay ni un solo militar ruso aquí”, insistió el lunes ante la prensa Viacheslav Ponomarev, el alcalde autoproclamado de Slaviansk.
Por otra parte, un avión militar ucraniano en misión de reconocimiento sobre zonas separatistas prorrusas tuvo que realizar un aterrizaje forzoso tras ser alcanzado por disparos de armas ligeras sobre la ciudad de Slaviansk, informó el martes el ministerio de Defensa.
La aeronave, un bimotor de hélice Antonov An-30, aterrizó sin sufrir daños mayores y con su tripulación sana y salva, “gracias a la pericia de los pilotos”, aseguró el ministerio a la AFP.
En Lugansk, a unos 150 km más al este, los separatistas, que ocupan la sede de los servicios de seguridad (SBU), nombraron el lunes a un “gobernador popular” y decretaron la organización de un referéndum el 11 de mayo para determinar si la región debe seguir formando parte de Ucrania o proclamar su independencia, antes de pedir una eventual incorporación a Rusia.
La decisión recuerda la organización de la misma votación en Crimea el 16 de mayo, que desembocó en su adhesión a Rusia.
Aunque la organización de un referéndum sería más complicada en el este de Ucrania, en donde el dominio de los separatistas se limita a algunos edificios públicos.
Moscú propone instaurar un modelo federalista en Ucrania, que otorgue más autonomía a las regiones rusohablantes del este, mientras que Kiev propone una “decentralización” y un estatuto especial para la lengua rusa.