La Corte Suprema de Justicia estadounidense decidió el martes que la raza de los estudiantes ya puede dejar de ser un factor en la admisión en las universidades, en un revés al legado del movimiento por los derechos civiles de los años ’60.
Con seis votos a favor y dos en contra, los jueces sostuvieron la constitucionalidad de una medida, aprobada por referéndum en Michigan (noreste), que disolvía la llamada “acción afirmativa” en las admisiones universitarias.
Los jueces consideraron que los electores de Michigan tienen derecho a modificar su Constitución, como lo hicieron en votación, para prohibir la llamada discriminación positiva en favor de las minorías.
Este recurso estimula el ingreso de estudiantes de minorías negras, asiáticas e hispanas, principalmente, aunque sus detractores opinan que favorece factores raciales por encima de las credenciales académicas.
El fallo “no trata sobre cómo debe resolverse el debate sobre las preferencias raciales. Es sobre quién debe resolverlo”, dijo el juez Anthony Kennedy, al votar junto a la mayoría.
Votaron en contra la jueza Sonia Sotomayor, ella misma parte de una minoría por su origen hispano, así como Ruth Ginsburg.
Sotomayor, una puertorriqueña de origen humilde que afirma haberse beneficiado de la “acción afirmativa”, argumentó que la Constitución garantiza a las minorías el “acceso significativo y equitativo” a los procesos políticos.