Al menos 12 guías nepaleses murieron en un alud este viernes en el Everest, el accidente más mortífero en la historia de la montaña más alta del mundo, indicaron responsables y socorristas.
Las víctimas formaban parte de un gran grupo de sherpas que salieron por la mañana con carpas, alimentos y sogas antes de que comience la temporada de alpinismo, a finales de este mes.
El alud se produjo a unos 5.800 metros de altitud en una zona que lleva al glaciar de Khumbu. “Hasta ahora sacamos 12 cadáveres de la nieve, no sabemos cuántos más se encuentran atrapados”, dijo a la AFP un funcionario del ministerio de Turismo nepalés, Dipendra Paudel, en Katmandú.
Un equipo de socorristas, con respaldo de helicópteros, continúa la búsqueda de supervivientes. Siete personas que habían sido cubiertas por la nieve y el hielo fueron rescatadas con vida, precisó Paudel.
Un funcionario del equipo oficial de rescate que trabaja en el campo base de esta cima de 8.848 metros de altura, Lakpa Sherpa, dijo a la AFP que el total de muertos podría llegar a 14.
“Vi 11 cuerpos que trajeron al campo base, nos han dicho que debemos esperar tres más”, afirmó por teléfono este miembro de la Asociación de Rescate en el Himalaya.
Elizabeth Hawley, considerada como la principal experta mundial en la escalada del Himalaya, afirmó que esta alud fue el accidente más mortífero en la historia del alpinismo en esta cumbre.
El peor accidente previo tuvo lugar en 1996, cuando ocho personas murieron en un período de dos días durante una tormenta mientras trataban de escalar la montaña. “Este es sin lugar a dudas la peor catástrofe en el Everest”, dijo Hawley a la AFP.
PELIGROS PARA LOS SHERPAS
La empresa Himalayan Climbing Guides de Nepal, con sede en Katmandú, confirmó que dos de sus guías se encontraban entre los muertos y que cuatro habían desaparecido.
“Cuando nuestros guías partieron del campo base no nevaba, el tiempo era fantástico”, declaró a la AFP el gerente de operaciones, Bhim Paudel.
Docenas de guías de otras agencias cruzaron ese paso sin problemas antes de la alud, agregó. “Esperábamos seguirlos, no recibimos ninguna alerta”, explicó.
Todos los veranos cientos de alpinistas de todo el mundo tratan de escalar cumbres en el Himalaya cuando las condiciones meteorológicas son favorables.
Este accidente pone en evidencia los enormes riesgos que corren los guías sherpas, que llevan carpas, alimentos, reparan las escaleras y colocan las cuerdas para ayudar a los alpinistas extranjeros que pagan decenas de miles de dólares para llegar a la cima.
Más de 300 personas han muerto en el Everest desde la primera ascensión con éxito de Edmund Hillary y Tenzing Norgay en 1953. El peor accidente en la historia de Nepal tuvo lugar en 1995, cuando una enorme alud cayó sobre el campamento de un grupo nipón, cerca del Everest, matando a 42 personas, incluyendo a 13 japoneses.
Este país pobre del Himalaya cuenta con ocho de las 14 cimas más altas del mundo, con más de 8.000 metros. El gobierno de Nepal otorgó licencias a 734 personas, incluyendo a 400 guías, para ascender al Everest este verano.