La estrella canadiense del pop Justin Bieber ha tenido problemas con la ley recientemente, pero la Casa Blanca no parece sumarse a su larga lista de males pese al aumento del número de ciudadanos que reclaman su deportación.
Poco más de 270.000 personas han sumado sus nombres en el sitio web de la Casa Blanca a favor de una petición para deportar a Bieber a Canadá, superando con creces el umbral de 100.000 firmas necesarias para la consideración presidencial.
La Casa Blanca declinó este viernes hacer comentarios sobre el asunto, alegando que los términos de su programa “We the People” le permiten rechazar ciertas peticiones.
En cambio, la presidencia buscó utilizar la atención prestada a la petición contra Bieber para argumentar que una reforma del sistema migratorio estimularía la economía de Estados Unidos y reduciría el tamaño del creciente déficit de Washington por casi 1.000 millones de dólares en los próximos 20 años.
“Para aquellos de ustedes que están haciendo cuentas en casa, eso representa 12.500 millones entradas de concierto o unas 100.000 millones de copias del álbum debut del señor Bieber”, dijo la Casa Blanca.
“You better believe it (mejor que lo crean)”, agregó, en una aparente referencia a la expresión “Belieber” que se utiliza para describir las legiones de ‘creyentes’ que adoran a Bieber, en su mayoría chicas pre-adolescentes.
La petición fue impulsada el 23 de enero en Detroit, el día que Bieber fue arrestado en Miami Beach, Florida, por correr carreras ilegales de automóviles en un coche deportivo Lamborgini.
Bieber, de 20 años, vive y trabaja en Estados Unidos con una visa renovable tipo O-1 para artistas, y no una tarjeta verde de residencia permanente.