La vida muchas veces nos pone en situaciones de las que no podemos escapar y una simple decisión puede cambiar radicalmente el curso de las cosas.

Es el caso de Agustín, un joven de 19 años que mientras se dirigía a buscar a su polola, Javiera, en el sector de los Huertos Familiares de San Pedro de la Paz, escuchó unos apenas audibles aullidos. Cuando se acercó al lugar desde donde provenía el sonido, se encontró frente a frente con una añosa perra herida.

Según el joven, el animal tenía una profunda herida, que a leguas se notaba infectada, pues incluso tenía gusanos. Agustín preguntó a los vecinos, quienes dijeron que la perra llevaba cerca de tres días en ese estado luego de ser atropellada.

El joven dijo que apenas la vio, pensó que debía hacer algo, por lo que junto a su polola la llevaron a consultas veterinarias, las que se rehusaron a atenderlos sin el dinero suficiente por concepto de consulta médica.

A raíz de esa situación, la llevaron hasta la clínica veterinaria de la Universidad San Sebastián, donde recibió atención de urgencia, iniciando un tratamiento que le permita recuperarse de una fractura.

Sin embargo, el punto en contra es que ninguno puede quedarse con el animal, y pese a que por ahora se queda en la casa de Javiera, le están buscando un hogar.

De hecho ambos, junto a Sandra, llegaron hasta la plaza Independencia con la perra en una carretilla, para que alguien de buen corazón acepte adoptarla. No obstante, hasta ahora sólo han conseguido dinero para costear el tratamiento.

Es por ello que esperan que esta publicación los pueda ayudar a encontrar un hogar que acoja a la perrita. Si alguien está interesado, puede llamar al número 62149149 (Sandra Salazar).

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ACTUALIZACIÓN:

De acuerdo a la información entregada por uno de los jóvenes encargados de encontrarle un hogar a la perrita, ésta falleció ayer luego que durante una consulta médica se les indicara la gravedad de las heridas y el peligro que corría al ser operada. Por ello decidieron sacrificarla.