Johnny Depp deja a un lado las pelucas, accesorios de payaso y disfraces que tanto luce para sumergirse en “Transcendence”, un “thriller nanotecnológico” y cerebral.
El actor, de 50 años, ha guardado sus rastas (“Piratas del Caribe”), su sombrero de copa (“Alicia en el país de las maravillas”) y su cuervo muerto (“El Llanero Solitario”) para ponerse en la piel menos brillante de un investigador cuyo cerebro es teledirigido desde un ordenador gigante poco antes de su muerte.
Juntando inteligencia humana, potencia digital y forma de inmortalidad, cae rápidamente en la tentación de dominar el mundo, lo que desespera a su esposa, interpretada por Rebecca Hall.
A pesar del carácter serio del film, que se estrena el jueves en América del Norte y a partir de mayo en Latinoamérica, Depp derrochó simpatía durante la presentación de la cinta en Beverly Hills (Los Ángeles).
Consultado sobre su posible interés en las investigaciones relacionadas con la inteligencia artificial, el actor fetiche de Tim Burton ironizó: “Careciendo yo mismo de inteligencia, ¡lo único que puedo esperar es adquirir algo de forma artificial o superficial!”.
Pero, tomando un tono más serio, reconoció que “siempre es más difícil interpretar un personaje cercano a uno mismo” físicamente. “Siempre intento esconderme porque no soporto mi imagen”, aseguró.
“Creo que es importante cambiar todo el rato y hacer que las cosas sean más interesantes para el personaje”, añadió.
En su opinión, la película no se reduce únicamente a sus actores. “Está la propuesta del autor, la visión del director y luego tú (el actor), con ideas y deseos propios. Es una colaboración”, afirmó.
Además, Depp entendió enseguida que “no necesitaría cabellos rosas, una nariz de payaso y zapatos de Ronald McDonald” para hacer “Transcendence”.
“Las máquinas deben ayudar a la humanidad”
La película está dirigida por Wally Pfister, que por primera se pone detrás de una cámara tras haber sido el director de fotografía de cabecera de Christopher Nolan, principalmente en sus tres entregas de “Batman” y en “Inception”, que le valió un Óscar en 2011.
“La cosa que más miedo dio fue elegir un buen tema”, dijo Pfister en conversación con la AFP. “Cuando se toma una decisión tan arriesgada en la vida, hay que prestar mucha atención al tema que se quiere tratar y a la historia que se va a contar”.
Para él, el núcleo de la cinta se basa en los extremos entre el humano y la máquina, y entre lo numérico y lo analógico. Además, logra añadir una fuerte dimensión ambiental en el filme gracias al personaje de Hall, quien está convencida de que la tecnología debería ayudar a salvar el planeta.
“Su convicción es que la tecnología debería ser usada para el bien de la humanidad”, explicó. “Si creamos estas nanotecnologías, si vamos a tener las máquinas más potentes del mundo, ¿por qué no utilizarlas para remediar algunos errores que hemos hecho?”.
“Para ella, uno de los errores es que el mundo industrial ha dañado la tierra”, precisó Pfister.
Depp confesó por su parte que se siente alejado del personaje que encarna. “Hay algo que no funciona entre yo y la tecnología”, confesó con una sonrisa. “Es algo con lo que no estoy familiarizado y mi cerebro es demasiado viejo para comprender alguna cosa”.
“Me siento un idiota cuando intento hacer algo con mis dedos”, reveló mientras simulaba intentar escribir algo en su teléfono móvil. “Entonces intento evitarlo lo máximo posible, para proteger mis dedos, obviamente”, dijo divertido.
http://youtu.be/bNuP8jDYUu0