Paleontólogos hallaron el antepasado más antiguo de los herbívoros, con 300 millones de años, que arroja luz sobre el surgimiento de esta forma de alimentación animal determinante para la evolución del ecosistema terrestre actual, publicó el miércoles la revista científica PLOS ONE.
El fósil parcial del animal, el Eocasea martini, que mide menos de 20 centímetros de largo, representa “el primer vínculo entre los carnívoros y los herbívoros”, explicó a la AFP el paleontólogo Robert Reisz, profesor de la Universidad de Toronto en Canadá y autor principal del descubrimiento.
El esqueleto del Eocasea, aún carnívoro, presentaba ciertas características que lo emparentaban estrechamente con un linaje de herbívoros, precisó Reisz, quien agregó que solo una parte del cráneo, lo esencial de la columna vertebral, la pelvis y una pata trasera fueron hallados en Kansas.
El animal, que vivió 80 millones de años antes de que aparecieran los dinosaurios, formó parte del grupo de sinápsidos que incluye a los primeros herbívoros terrestres y los grandes depredadores, ancestros de los mamíferos modernos.
Antes de la aparición de los herbívoros, poco después del Eocasea, los animales terrestres, todos carnívoros, se comían entre ellos o se alimentaban de insectos. La aparición de los herbívoros “fue una revolución de la vida en la Tierra, porque significó que los vertebrados pudieron tener acceso directamente a los amplios recursos alimenticios que ofrecen los vegetales”, señaló el investigador.
A su vez estos herbívoros, que se multiplicaron y crecieron, se convirtieron en una importante fuente de alimento para los grandes depredadores, agregó.
Así, el Eocasea fue el primer animal en iniciar un proceso que tuvo como resultado el ecosistema terrestre actual, en el que hay una gran cantidad de herbívoros asegurando el aporte alimentario de un cada vez menor número de grandes depredadores, explicó el profesor Reisz.
Este fenómeno se produjo luego por separado en otros grupos de animales al menos cinco veces, dijo.
“Una vez que la vía hacia el tipo de alimentación herbívora fue abierta por el Eocasea (…) múltiples grupos de animales no han dejado de evolucionar para desarrollar los mismos rasgos” que permiten digerir la celulosa, un hidrato de carbono, principal fuente de energía proporcionada por las plantas.
“Los primeros dinosaurios eran todos carnívoros antes que muchos se convirtieran en herbívoros” con el curso de la evolución, dijo el científico. Pero “no se entiende por qué esta evolución de carnívoro a herbívoro no se produjo más temprano, así como las razones por las que se produjo de forma separada en diferentes linajes animales”.
Jörg Fröbisch, un paleontólogo del Museum für Naturkunde y de la Universidad Humboldt de Berlín, es el coautor de este trabajo.