Las condiciones climatológicas, las características geográficas y los problemas estructurales fueron la combinación perfecta para la propagación del fuego que asola al puerto de Valparaíso desde el sábado.
Fernando Maldonado, experto en manejo del fuego de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), explicó a la agencia AFP las características particulares de este incendio que provocó 13 muertos, la destrucción de 2.000 viviendas y deja a más de 8.000 damnificados.
¿Cuál fue el origen del fuego?
Se están investigando las causas del incendio, pero lleva tiempo. En general en Chile más del 99% de los incendios son causados por negligencia o imprudencia de las personas, por actividad humana, o por incluso una cierta intencionalidad. En algunos casos, puede producirse por la existencia de cables eléctricos que generen chispas e inicien un fuego.
¿Por qué se propagó con tanta rapidez?
En Valparaíso tenemos el viento costero, también ese sector que no había tenido incendios durante muchos años, contaba con una vegetación muy densa, a lo que se suman los desperdicios que la población arroja, que se convierten en combustible.
El estado de la vegetación por la sequía del país genera una combustión rápida y muy intensa. Las pendientes de las laderas facilitan la propagación ascendente del fuego hacia las partes altas donde están las casas, y dificulta las tareas de extinción. En los alrededores del incendio no hay fuentes de agua cercanas y los bomberos tienen que subir por caminos de difícil acceso para llegar a todos los recovecos.
¿Cuándo se espera poder controlarlo?
Estamos más cerca (del control) en los puntos donde estaba activo en la madrugada (del lunes). Una vez se frena el avance de las llamas, pero todavía hay fuego, viene la etapa de liquidación, que es más lenta, extinguiendo punto por punto todos los fuegos o brasas.
El suelo tiene mala conductividad del calor, el calor queda detenido en la superficie y no se transmite hacia abajo. Si el incendio se controla hoy, va a haber todavía varios días para extinguir el fuego presente en el área quemada y en los bordes para que no exista rebrotes del incendio.