Consternación ha provocado la revocación como “Zona de interés turístico (ZOIT)” de varios puntos del país. La gente no lo comprende, de hecho para mí es complicado entender que pasó por la cabeza del pasado Gobierno cuando se establece que lugares como San Pedro de Atacama, Villarrica o El Salto del Laja ya no son turísticas y por ende dejan de ser ZOIT.
Pero tengo una hipótesis al respecto que quisiera compartir.
Para las personas que pertenecen a la ideología del anterior Gobierno (Centro Derecha) el crecimiento económico está por sobre la equidad e igualdad, ellos estiman que si “la torta crece” todos crecemos y el pobre deja de ser “tan pobre” lo que es bueno, y lo que es mejor (para ellos) “el rico es más rico”.
Entonces bajo esta lógica (propia de su ideología), quitarles la ZOIT a diversas localidades es una gran oportunidad para que diversos grupos económicos, de distintos sectores puedan instalar sus grandes empresas ahí (industriales, comerciales, etc.), lo que les era imposible si esas localidades tenían ZOIT (con esta categoría las localidades se protegen para que solo el turismo pueda reinar en ellas y por ende ninguna planta productora, ni cualquier organización que genere contaminación se instale, entre otras).
“Pero si instalamos grandes empresas productoras en esas zonas vamos a dar mucho empleo y las familias tendrán un mejor vivir, ya que intervenir el turismo es el mal menor”, expresó uno de los interesados.
Como no comparto esta lógica y también me importa el desarrollo del turismo y por sobre todo el bienestar de las familias de esas zonas, propongo lo siguiente:
Fortalezcamos la identidad territorial de estas localidades, en cada una de ellas existen historias, costumbres y tradiciones propias de su gente, que en conjunto con el regalo que la naturaleza les ha otorgado, son potenciales lugares de expedición, descanso y cultura.
Paralelo a lo anterior, fomentemos el emprendimiento de sus personas, convirtamos a sus familias en pequeños empresarios, promotores de nuestro Chile, empoderados de sus tierras y raíces.
Esto traerá desarrollo para los territorios, generara empleo y finalmente como país seguiremos creciendo, quizás más lento, pero con menos inequidad y desigualdad y seremos un país más justo y por sobre todo con mucha identidad.
Si logramos entender esta triangulación: Turismo, emprendimiento y empleo, y nos ponemos a trabajar en ello tal como lo han hecho países como España y Colombia, tendremos un gran sector económico y grandes empresas nacionales.
Alvaro Acuña Hormazabal
Magister en Gerencia y Gestión Pública
Académico Universidad del Bío Bío