El astro filipino Manny Pacquiao le arrebató el invicto y el título mundial de peso welter al estadounidense Timothy Bradley al vencerle por decisión unánime en 12 asaltos en una pelea celebrada la madrugada del domingo en Las Vegas.
Pacquiao (55-5-2, 38 nocauts) se tomó la revancha de su polémica derrota de junio de 2012 frente a Bradley (31-2, 12 nocauts) y recuperó el cinturón de campeón welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Aunque no pudo conseguir una victoria por nocaut, Pacquiao cumplió su promesa de salir con más agresividad y evitó que Bradley le “enviara a la jubilación” con una nueva derrota, como había dicho antes del combate.
“Creo que puedo seguir otros dos años”, dijo Pacquiao todavía en el encordado, minutos después de su triunfo. “Estoy muy feliz de ser campeón del mundo otra vez. Tim Bradley no me dio una pelea fácil”, aseguró.
Bradley, que dijo haber peleado desde el primer round con una lesión en la pantorrilla derecha, dominó el primer tercio de la pelea, con rounds muy parejos en el intermedio. Pero a partir de la novena vuelta Pacquiao encontró la vía con rápidas combinaciones y se llevó dos tarjetas de los jueces con un saldo de 116-112 y una tercera de 118-110.
“La vida continúa”, dijo Bradley tras su primera derrota profesional. “Es hora de volver al gimnasio. No es gran cosa”, aseguró.
Después de un apretado primer asalto, Pacquiao impuso el poder de sus puños en el segundo acto, y en el tercero ambos peleadores intercambiaron golpes a un ritmo frenético, aunque el filipino hizo los golpes más dañinos.
Bradley castigó fuerte a Pacquiao en el cuarto y quinto, por lo que el ‘PacMan’ tuvo que reconocer que su rival había mejorado mucho desde la controvertida derrota de 2012.
“Bradley es mejor boxeador desde la primera pelea. Me dio duro en el mentón. Hizo algunos ajustes en su estilo”, reconoció Pacquiao.
“Yo sabía que tenía que hacer algo más esta vez que lo que hice la última vez”, agregó Pacquiao, de 35 años.
Después de lanzar algunos golpes en el 11º asalto, un desesperado Bradley lo dio todo en el último round, y de un violento ataque le abrió un corte sobre el ojo izquierdo a Pacquiao, tras un choque de cabezas.
Ahora el filipino tiene las puertas abiertas para un quinto combate contra su rival mexicano Juan Manuel Márquez, algo que el promotor Bob Arum ya había prometido.
Después de la pelea que Pacquiao y Bradley dieron el sábado ante cerca de 15.000 personas en la Grand Arena del hotel MGM de Las Vegas, no se descarta un tercer pleito entre estos dos gladiadores para finales de año.
Para esta pelea, Pacquiao, el único boxeador en la historia en ganar títulos mundiales en ocho categorías diferentes, se llevó cerca de 20 millones de dólares, mientras Bradley recibirá alrededor de unos 15 millones.