Con una baja participación y marcada división entre militantes históricos y más jóvenes se dio inicio este viernes a las 17 horas a la convención general de la UDI en el balnerario de Punta de Tralca, cónclave fundamental para repensar el partido tras la última derrota electoral.
En la misma se crearon 4 comisiones: revisión de doctrina, estrategia electoral, perfil popular y diferencia con otras colectividades. Precisamente, en la mesa de trabajo liderada por el ex presidente del gremialismo, Hernán Larraín, se gestó una de las propuestas más discutidas hasta el momento, relacionada con cambiar su nombre a “Partido Popular”.
La propuesta cuenta con el apoyo de líderes como Giovanni Calderon, Manuel Cereceda, Edmundo Luchans, Jaime Orpis, Manuel Rojas, Mario Contreras, Rodrigo Gutiérrez e Ignacio Urrutia. Según Larraín, esto es necesario como señal del proceso de refundación del partido.
Sin embargo las definiciones de Larraín no generaron consenso al interior de mesa directiva. Allí, el secretario general de la UDI, José Antonio Kast, indicó que no cree apropiado un cambio de nombre, haciendo un paralelo con la Nueva Mayoría, a la cual acusó de cambiar su nombre pero no sus actitudes.
Por su parte, el senador y actual candidato a la presidencia de la UDI, Víctor Pérez, apuntó a mantener la identidad histórica del gremialismo, señalando que la UDI “ya es el partido popular de Chile”, postura compartida por el también postulante a la testera, Ernesto Silva.