Un número importante de las mujeres presentan durante el embarazo algunas conductas alimentarias especiales, además de nauseas, vómitos, gastritis, pirosis, constipación y/o calambres de extremidades inferiores.
En este contexto la Coordinadora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Silvana Saavedra, especificó 3 de estas conductas que pueden afectar a las mujeres durante el embarazo.
¿Cuáles has adoptado durante tu período de gestación?
1.- Los antojos.
Los antojos por determinados alimentos son frecuentes de observar en las embarazadas. Ello no refleja el déficit de algún nutriente específico en la dieta, como se ha sugerido.
No hay argumentos para que los antojos no sean complacidos por las embarazadas o sus parejas, en la medida que no afecten la dieta o reemplacen a otros alimentos más importantes.
“Uno de los responsables del cambio que experimentamos en los gustos es el ácido clorhídrico que se segrega en el estómago para digerir la comida. En el embarazo disminuye y para compensar ese déficit el organismo pide alimentos ácidos como el limón, las manzanas verdes o las cebollitas en vinagre”, señaló Lola Rovati, editora del sitio web especializado Bebé y Más.
2.- Los rechazos.
También son frecuentes las “aversiones” o “rechazos” por determinados alimentos, como el alcohol, el café o las carnes, entre otros, que no necesariamente son perjudiciales.
Una de las posibles causas de las aversiones alimentarias “se atribuye a la revolución hormonal propia de la etapa de gestación”, señaló por su parte el equipo de la Clínica Indisa.
3.- La Pica.
La Pica corresponde a un apetito aberrante por productos tales como tierra, greda, hielo, papel, pasta de diente u otro material que no es un alimento habitual.
Se la ha asociado al déficit de micronutrientes (hierro y zinc entre otros), aunque no ha sido adecuadamente demostrado. Puede presentarse también en mujeres con un trastorno mental que afecta la conducta alimentaria.
La Pica puede determinar una malnutrición al desplazar nutrientes esenciales de la alimentación. Muchos de estos comportamientos pueden deberse a costumbres y tradiciones que pasan de madres a hijas. Debe procurarse que la Pica no sustituya los alimentos con alto contenido de nutrientes esenciales.