La nueva ley de inversión extranjera, que aprobará el Parlamento el sábado, no prohíbe la inversión de los cubanos residentes en el exterior, pero tampoco la promueve, afirmó este viernes el ministro de esa cartera, Rodrigo Malmierca.
“Cuba no irá a buscar inversión extranjera a Miami. La ley no lo prohíbe, la política no lo promueve”, dijo Malmierca a diputados cubanos, citado por la agencia local Prensa Latina.
El nuevo texto, al igual que el anterior de 1995, considera inversionista extranjero a la persona natural o jurídica con domicilio y capital en el extranjero “lo cual incluye a los ciudadanos de la isla residentes en el exterior”, dijo el ministro.
La intervención de Malmierca se produjo durante los debates previos al plenario, que realizan las diferentes comisiones del Parlamento.
Más de dos millones de cubanos y sus descendientes residen fuera de la isla, fundamentalmente en Miami, Florida, así como otros estados norteamericanos, como Nueva York y Nueva Jersey.
Pero en casi 19 años de vigencia de la ley anterior, no se registró en Cuba ninguna inversión directa de emigrados. Los especialistas citan dos razones: voluntad política y las restricciones del embargo norteamericano.
El enunciado, sin embargo, deja fuera a los cubanos residentes en la isla.
“Con el auge del sector privado (en Cuba), esta limitación se convierte en un freno”, dijo el analista cubano Jorge de Armas, que vive en Estados Unidos.
Las reformas aplicadas por el presidente Raúl Castro incluyen el trabajo privado y la formación de pequeñas y medianas empresas no estatales.