Al menos 778 condenados a muerte fueron ejecutados en 2013 en el mundo, sin contar China que no publica sus estadísticas al respecto, contra 682 el año anterior, siendo Irán e Irak en particular los países que han provocado esta indeseable progresión, según AI (Amnistía Internacional).
“Dos países se encuentran en el origen de este incremento: Irán e Irak”, y las cifras conocidas estarían por debajo de las reales, sobre todo porque Teherán revelaría un número menor de penas capitales que las que aplica, dijo a la AFP Audrey Gaughran, directora de Asuntos Internacionales de AI.
Gaughran considera “muy preocupante” el aumento en un centenar de ejecuciones entre 2012 y 2013. “Nuestra estimación total excluye a China, donde miles de personas son ejecutadas cada año, pero allí la pena de muerte es un secreto de Estado”, añadió al comentar el informe anual de la ONG de derechos humanos sobre la pena capital.
“Las autoridades chinas afirmaron que desde 2007 redujeron el recurso a la pena de muerte. Nosotros les lanzamos este desafío: si tienen las cifras, publíquenlas y muéstrenoslas”, añadió la responsable.
En segunda posición de la clasificación se encuentra Irán, con al menos 369 ejecuciones (declaradas) en 2013, seguido por Irak (169). Arabia Saudí está en el cuarto lugar (79), seguida de Estados Unidos (39) y Somalia (34).
“Un pequeño número de países aplicó la mayor parte de esas condenas a muerte absurdas financiadas por el Estado”, señaló por su parte el secretario general de AI, Salil Shetty.
Por otra parte, países como Indonesia, Kuwait, Nigeria y Vietnam reanudaron las ejecuciones.
“A pesar del revés registrado en 2013, podemos constatar en los últimos 20 años un descenso regular de los países que aplican la pena de muerte”, según Amnistía Internacional. Mientras que hace dos décadas 37 naciones en total la aplicaban, en 2004 el número era de 25 y bajó a 22 el año pasado.
Entre los países que hicieron una “pausa” en 2013 se encuentran, en particular, Gambia, Emiratos Árabes Unidos y Pakistán. Tampoco ha tenido lugar ninguna ejecución en Bielorrusia, por lo que no se practicó la pena de muerte durante 2013 en toda Europa y Asia central.
“La tendencia a largo plazo está clara: la pena de muerte se va convirtiendo en una práctica del pasado”, afirma AI, llamando “a todos los gobiernos que aún matan en nombre de la justicia a decidir inmediatamente una moratoria sobre la pena de muerte, con la finalidad de abolirla”.
Los métodos de ejecución en el mundo durante 2013 incluyeron la muerte por electrocución, la decapitación, la horca, la inyección letal y el fusilamiento. Algunas penas de muerte se realizan en público, como es el caso en Irán, Corea del Norte, Arabia Saudí y Somalia.
A veces se aplica para casos de delitos en que no se provocó la muerte de terceros, como ser robos, tráfico de drogas e, inclusive, para penalizar actos “que no deberían ser considerados crímenes, como el adulterio y la blasfemia”, agrega AI.
Inclusive, en muchos casos las ejecuciones se realizan en el mayor de los secretos, sin que los familiares y abogados de los condenados sean informados con antelación de las mismas